Las reacciones no se han hecho esperar al anuncio por parte del Gobierno de Aragón de la exigencia de presentar el pasaporte COVID para acceder a celebraciones, ocio nocturno y espectáculos de más de 500 personas. Desde CEPYME Aragón han mostrado el «rechazo» a la medida anunciada, debido a que «no se puede culpabilizar a la actividad económica de la cifra de contagios».

Asimismo, desde la organización empresarial se muestran en contra de «utilizar a las empresas para incentivar la vacunación, discriminando a unos sectores sobre otros». CEPYME Aragón insiste que este cribado ni beneficia, ni mitiga el riesgo de contagio o exposición al virus ya que «la vacunación protege frente a la enfermedad, pero no impide la capacidad de contagio».

Además, «la imposición de medidas que generan diferencia de derechos entre los ciudadanos puede dar lugar a fuertes reacciones entre el sector de población que se siente discriminado, afectando directamente a unos empresarios que son solo empresarios, no policías o jueces».

«MUCHOS CONTRASENTIDOS»

Asimismo, desde la organización entienden que «existen muchos contrasentidos», como el hecho de solicitar entre particulares un documento acreditativo de un acto voluntario, o el de no aclarar la exigencia del certificado a los empleados de esas instalaciones, que además son quienes van a manipular los productos que en ellos se sirven.

También hablan de la posible vulneración de la Ley de protección de datos, pues la información médica es considerada muy sensible.

En opinión de CEPYME Aragón, se debe «lanzar una campaña dirigida a convencer a los reticentes, no tomar medidas que afectan directamente a las empresas». «Las medidas restrictivas y/o coercitivas deben ir destinadas a aquellas personas no vacunadas, no perturbando al 90% de la población que sí lo está», añaden.