El cierzo y el sol de Aragón se han convertido ya en un potente motor renovable del Valle del Ebro. En el último año, Aragón se ha vuelto a posicionar en la parte alta de la tabla autonómica, como líder en energía eólica y solar fotovoltaica de la mitad norte peninsular. En eólica, sólo Castilla y León supera a Aragón dentro del ranking nacional, mientras que, en fotovoltaica, Aragón sólo es relegada del podio por las comunidades más irradiadas de la mitad sur, como Andalucía, Extremadura o Castilla La Mancha.

Buena parte de este éxito de Aragón tiene detrás un nombre, que justifica este crecimiento: el grupo Forestalia. La empresa de origen aragonés ha puesto ya en servicio 2 gigavatios de energía eólica, fotovoltaica y de generación mediante biomasa, y prácticamente todos ellos los ha instalado en Aragón, mediante alianzas internacionales y nacionales que han permitido convertir los proyectos en realidad. Pero, además, este fuerte crecimiento sólo es la punta del iceberg, porque Forestalia tiene en tramitación otros 8 gigavatios previstos en Aragón, de los que 5 son eólicos y 3 fotovoltaicos.

Forestalia señala que “las energías renovables son un auténtico motor verde de desarrollo sostenible para el territorio”. Este compromiso de desarrollo es clave en el medio rural, con todos sus beneficios traducidos en empleo y oportunidades para fijar población.

El objetivo estratégico de Forestalia es desarrollar todos estos proyectos y mantener una importante cartera propia de al menos 1,2 megavatios para su operación directa por parte de la empresa. De este modo, Forestalia sigue avanzando en el sector, en el momento más necesario para alcanzar los retos de la descarbonización, la transición energética y la lucha frente al cambio climático.

EMPLEO EN EL TERRITORIO

Forestalia insiste en que el respeto al territorio y la planificación consensuada son siempre los puntos de partida para cualquier proyecto. Se calcula que desarrollar los nuevos proyectos de Forestalia podrá generar unos 25.000 puestos de trabajo en Aragón durante la construcción de las nuevas instalaciones, más un millar de empleos estables durante al menos tres décadas de explotación de las plantas eólicas y fotovoltaicas.

Aragón tiene la oportunidad de convertirse en la gran líder energética de nuestro país si aprovecha su ubicación estratégica, con unas comunidades vecinas que concentran la mayor parte del gran consumo de nuestro país. Nuestro sol, nuestro cierzo y nuestro amplio territorio se convierten así en unos recursos inestimables en la coyuntura actual. Gracias a las energías renovables, por una vez, estamos en el momento apropiado en lugar adecuado para ganar el futuro.