Aragón puede ser clave para España en caso de que, como cada vez parece más probable, Rusia ‘cierre el grifo’ del gas para Europa, lo que podría suponer una grave crisis social y económica. Los países más afectados, como Alemania, ya están tomando medidas como poner en marcha centrales de carbón para ahorrar todo el gas posible de cara al invierno.


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También España lo tiene sobre la mesa, concretamente con la posible apertura de la central gallega de As Pontes, lo que deja entrever la falta de previsión con la prematura demolición de la Térmica de Andorra, hace apenas dos meses, y que ahora podría suponer un gran aliado en caso de carencia de gas.

No obstante, y a pesar de que el carbón de Andorra ya no es una opción, Aragón es una comunidad fundamental en la estrategia del Gobierno en caso de que haya restricciones. Por un lado, su producción de energía es elevada:  ha superado los 19 millones de megavatios hora (MW/h) en 2021, lo que representa el 7,3% de la producción total en España y el 14% de toda la renovable.

Pero lo que es más importante: el 80% de la energía generada en Aragón es renovable, la cual se exporta a otras comunidades en una proporción muy alta, concretamente un 42,1%.

Además, Aragón cuenta con uno de los depósitos de gas más importantes de la península Ibérica: el Serrablo. Se localiza en Huesca y está gestionado por Enagás.

Combina dos yacimientos independientes, Aurín y Jaca, lo que le permite una gestión individualizada en caso de necesidad. Su capacidad combinada de almacenamiento (lo que se conoce como «gas operativo», es decir, apto para su uso) alcanza los 680 millones de m3.

Según ha podido saber HOY ARAGÓN, este depósito está a día de hoy prácticamente lleno al 100% y se llevan varios meses alimentándolo ante posibles restricciones venideras.

El depósito del Serrablo es operativo tanto para la inyección como para la extracción de gas natural. Durante el proceso de inyección, el combustible proviene de la red de gas natural y se comprime para que ocupe menos y pueda llevarse a la profundidad. El gas inyectado desplaza el agua que rellena los poros y todo ello está protegido por una capa impermeable.

Su importancia es tal, que sólo otros dos depósitos en España están a su altura, localizados en el País Vasco (plataforma ‘La Gaviota’, a ocho kilómetros de la costa de Bermeo) y en la localidad de Brihuega (Guadalajara).