La DOP Calatayud siempre ha sido una denominación de origen especial. Con un tamaño contenido -la integran 14 bodegas-, se ha distinguido por una enorme capacidad de exportación y, a día de hoy, las ventas exteriores suponen el 80% de su producción.


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Pero en Calatayud han decidido que es el momento de mirar a casa con más fuerza, que sean los propios aragoneses los que disfruten más de sus vinos, con sus particulares garnachas. Además, sus objetivos pasan también por ampliar su área en unas 100 hectáreas para incorporar algunas bodegas con producciones singulares.

De estas cuestiones ha tratado el presidente de la Denominación de Origen Protegida Calatayud, Miguel Arenas, con HOY ARAGÓN.

¿Qué mecanismos van a poner en marcha desde la DOP para potenciar la presencia de los vinos de Calatayud en Aragón?

Desde hace varios años estamos haciendo importantes esfuerzos de promoción y dando a conocer nuestros vinos, principalmente en Zaragoza capital. La situación sanitaria nos ha impedido realizar durante el 2020 muchas de las acciones que se iban desarrollando año tras año, y la incertidumbre ante la evolución de la pandemia nos obliga a ser cautos a la hora de planificar grandes acciones, si bien el principal esfuerzo va a ser a través de publicidad de marca en distintos medios de comunicación.

El presidente de la DOP de Calatayud, Michel Arenas / HA

¿El paladar local es diferente al internacional? ¿En qué se diferencia el consumidor?

La DO Calatayud exporta el 80% de su producción, con una buena acogida de nuestros vinos en los paises destino, por lo que el paladar internacional tiene que asemejarse bastante al nuestro. Además, los más expertos catadores internacionales, como puede ser el jurado de las Garnachas del Mundo, nos lo han confirmado en varias ocasiones.

Nuestra DO es menos conocida en muchos países, por lo que el consumidor internacional no se fija al principio en el origen del vino, sino en su calidad y en su precio. Esa puede ser la principal diferencia.

«El consumidor internacional no se fija al principio en el origen del vino, sino en su calidad y precio»

¿Qué factores han influido en el éxito internacional del vino de Calatayud?

Principalmente, nuestras garnachas, que son únicas. La lenta maduración, la climatología y la orografía de la zona hacen que nuestra uva sea diferente a las de otras zonas próximas, consiguiendo que nuestros vinos contengan aromas de frutas y que los hagan muy fáciles de beber.

¿Cómo se va a concretar el proceso de ampliación de la DOP?

Estamos enfilando la fase final de la elaboración de todo el proyecto para enviarlo a la DGA y si lo aprueban, que entendemos que así será, sea elevado a la Comisión Europea para su dictamen final. Una vez aprobado, se integrarán en nuestra DO cinco nuevos municipios, que nos harán crecer algo más de 100 hectáreas, la mayoría de garnacha, y dejará la puerta abierta a varias bodegas de la zona para que se integren en nuestra DO.

«La lenta maduración, la climatología y la orografía de la zona hacen que nuestra uva sea diferente a las de otras zonas próximas»

¿Cómo ha afectado la pandemia a la comercialización de los vinos y cómo enfocáis el canal digital?

La pandemia frenó la venta, pero enseguida se reanudó la exportación. A nivel nacional, con el cierre del canal Horeca, la situación ha perjudicado a las bodegas más pequeñas, pero tampoco en unas cifras preocupantes. Con bastante precisión podría decir que la bajada de ventas en el 2020 ha sido de un 13%.


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Todos hemos visto la importancia del mundo digital durante la pandemia.  Muchas de las bodegas están perfectamente implantadas en Internet, ofreciendo venta online, y a otras les falta «un empujón». Desde el consejo vamos a ofrecer un acompañamiento a quien lo necesite para que mejore su presencia y su imagen digital. A su vez también estamos planificando acciones en las redes sociales con personalidades del mundo del vino.