El ligero repunte del último trimestre del año, del 0,4%, no ha sido suficiente. La economía aragonesa cerró 2020 con un desplome del 9,5%, tal como indica el Boletín Trimestral de Coyuntura del Gobierno de Aragón. Y eso a pesar de los buenos resultados experimentados en algunos conceptos, como pueden ser gran el nivel de exportaciones.


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En el conjunto del año 2020, ejercicio marcado por la crisis generada por el COVID-19 que en el plano económico ha supuesto un doble shock simultáneo global de oferta y de demanda sin precedentes, la economía aragonesa sufrió mucho, pero menos que el promedio nacional, donde la contracción fue del 10,8% anual. Sin embargo, en la media de la eurozona la caída fue sensiblemente más contenida, del 6,8% anual.

Los retrocesos en Aragón fueron generalizados en todos los componentes de la demanda interna y externa, con la excepción del consumo de las Administraciones Públicas. Desde el punto de vista de la oferta, todos los sectores productivos sufrieron recortes en su producción, excepto agricultura y ganadería.

La evolución trimestral de la economía aragonesa ha dibujado durante el ejercicio 2020 un perfil simétrico a la media nacional, con un desplome de la actividad en primavera, seguida de una recuperación del ritmo en verano para volver a perder fuelle en otoño. En concreto, el Producto Interior Bruto de Aragón aumentó un 0,4% durante el último trimestre del año, frente al crecimiento del 16,9% del tercer trimestre. Este incremento intertrimestral contrasta con el crecimiento nulo de la media nacional (0,0%) y con la caída intertrimestral registrada por la Zona euro (-0,7%).

MERCADO DE TRABAJO

Respecto a la evolución del mercado de trabajo, la puesta en marcha de los ERTE amortiguó el deterioro del empleo, que aún con todo sufría una importante reducción del 3,0% anual en Aragón en media de 2020, tasa similar al promedio nacional, que anotó una contracción del 2,9% anual. Con ello la tasa de paro promedio en 2020 aumentaba hasta el 11,7% de la población activa en Aragón, mientras en el conjunto de España se aupaba hasta el 15,5% de su respectiva población activa.


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En el plano internacional, el año 2020 cerró con un desplome de la economía mundial histórico e inédito en tiempos de paz, registrando una caída del PIB global en torno al 3,5% anual, de acuerdo con las estimaciones de la OCDE y del FMI.

La mayor parte de las economías avanzadas necesitaban establecer durante la segunda mitad del año 2020 restricciones parciales a la actividad y a la movilidad, de forma selectiva e intermitente, restricciones que afectaban básicamente a los servicios, y dentro de ellos en particular a los relacionados con actividades de turismo y ocio. Pero estas restricciones apenas perjudicaban al resto de las actividades productivas. De hecho, el desempeño de las economías en el cuarto trimestre de 2020 fue mejor de lo esperado en la mayor parte de los países.