Las consecuencias de la pandemia siguen siendo notorias en la evolución del PIB de Aragón en este inicio de 2021, si bien la caída de la economía, aunque continúa, lo hace de forma más moderada. La Comunidad registró en el primer trimestre del año un descenso tanto en términos intertrimestrales como interanuales.

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En términos interanuales, el Producto Interior Bruto de Aragón anotó un descenso del 2,7% en el primer trimestre de 2021, frente a la caída del 7,2% registrada en el último trimestre de 2020. Esta caída es inferior a la registrada por el conjunto de España (-4,2% anual), aunque superior a la anotada por la Zona Euro (-1,3% anual).

En tasa trimestral, el PIB de Aragón disminuyó un 0,6% frente a la caída del 0,5% del cuarto trimestre de 2020 y al descenso del 0,4% de la media nacional y al -0,3% de la Zona euro.

Respecto a la evolución de la demanda, destaca el consumo de las Administraciones Públicas aragonesas, que anotaba un aumento del 3,6% anual en invierno, y la inversión en bienes de equipo, que registraba una tasa de variación positiva del 3,8% anual. En relación con el sector exterior, tanto las ventas exteriores aragonesas de bienes y servicios como las importaciones se contrajeron, estas últimas con mayor intensidad.

Desde el punto de vista de la oferta, en el primer trimestre de 2021 el sector de la agricultura continuaba en tasas anuales positivas y el sector de la industria salía del terreno negativo. Por su parte, tanto construcción como servicios registraban tasas de variación interanual negativas, aunque más contenidas.

MERCADO DE TRABAJO

Finalmente, en relación al mercado de trabajo regional, la Encuesta de Población Activa del primer trimestre de 2021 reflejaba el deterioro de la situación sanitaria después de las Navidades, en la que fue la cuarta ola de la pandemia en Aragón, de forma que descendían la población activa y el empleo respecto al otoño.

Por lo que respecta a la economía del conjunto del país, la contracción registrada en el primer trimestre de 2021 en términos anuales, al igual que ocurría en los trimestres previos, es consecuencia tanto de la contribución negativa de la demanda interna al crecimiento anual del PIB como de la aportación negativa de la demanda externa. Desde el punto de vista de la oferta, el sector servicios y la construcción desaceleraban sus caídas, mientras que la industria regresaba a terreno positivo y la agricultura continuaba en el mismo.

En el plano internacional, el desempeño de la economía mundial durante el primer trimestre de 2021 ha sido poco brillante debido a una negativa situación epidemiológica en la mayor parte de los países en el arranque del ejercicio. La mayoría de las economías avanzadas sufría retrocesos trimestrales de la producción en invierno, que se traducían en tasas interanuales todavía negativas en dicho trimestre.

No obstante, a pesar de las dificultades, la eficacia de las vacunas y el rápido avance en la vacunación de la población permitía recobrar la confianza y el dinamismo económico. Se espera que la mejoría continúe acelerando a partir del verano, incluyendo una recuperación parcial de los flujos turísticos y un repunte generalizado de la demanda, impulsado en buena parte por la liberación del ahorro acumulado por las familias durante el último año.