El mercado energético ha cambiado, y en el ámbito de la empresa contar con asesores que gestionen la compra en aras de lograr un mix energético al mejor precio es una gran ventaja competitiva. Este es el sentido de las III Jornadas sobre Energía y Sostenibilidad que esta semana han reunido en Zaragoza a profesionales de organizaciones como DKV, la Universidad de Zaragoza o Bosonit.


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Entre los ponentes, José María Álvarez, consejero delegado de Switching Consulting, consultora energética aragonesa que gestiona carteras importantes como la del Ayuntamiento de Zaragoza, Palafox Hoteles, ARPA o el World Trade Centre, puso de relieve la tremenda oscilación en precios que ha experimentado la energía en el periodo 2020 – 2021.  Se han registrado precios mínimos de 0.16€/MWh en mayo, derivados de la menor demanda causada por el confinamiento y la menor actividad empresarial, e hitos al alza marcados por el temporal Filomena, llegando a precios de 121€/MWh y un gran aumento en la demanda para calefacción.

En este ámbito, con una variación de precios enorme y con la posibilidad de optar por fuentes de energía cada vez más diversas y que compiten entre ellas, una buena gestión puede suponer un ahorro considerable. Y cada vez más. De hecho, «el futuro es monitorizar el consumo y los mercados del mismo modo que monitorizamos los desplazamientos con Google Maps», destacaba Álvarez en su intervención.

Con respecto a los cambios regulatorios como respuesta a la pandemia o los inminentes que se van a implantar a partir del 1 de junio de 2021, recomienda estar bien asesorados y cuantificar los diferentes escenarios de contratación de potencia y energía que se deriva de los mismos. Destacando este último, que será de gran influencia en pequeños clientes y pymes.

Este cambio en los periodos tarifarios plantea una oportunidad de adaptar los consumos energéticos a una mayor gama de discriminaciones horarias. Esto permite facilitar la flexibilidad en la contratación.

EL EJEMPLO DE PAMPLONA

Una de las intervenciones más interesantes durante la jornada la llevó a cabo Álvaro Miranda, director de Cambio Climático y Proyectos Estratégicos en los Servicios de la Comarca de Pamplona. La Mancomunidad pamplonesa, que aglutina 366.000 habitantes y 50 ayuntamientos, va a utilizar residuos orgánicos para transformarlos en gas natural de origen renovable.


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Este gas natural se usará como combustible de la red de autobuses y de camiones de recogida de residuos, un ejemplo perfecto de economía circular baja en carbono. Se plantea un horizonte 2030 en el que pretenden ser neutros en carbono.

Miranda destacó que el mayor número de ciudades europeas tienen un tamaño de entre 150.000 y 1.000.000 de habitantes. Esa dimensión les permite afrontar este tipo de proyectos con agilidad. Uno de los ámbitos de actuación más interesantes son las flotas de buses y camiones, que suponen actualmente el 37% de las emisiones actuales de gases de efecto invernadero.