Que Aragón es un territorio óptimo para el desarrollo de energías renovables, tanto eólica como fotovoltaica, era un secreto a voces. Pero además, a día de hoy, se confirma: en tres años la Comunidad ha puesto en funcionamiento más de 4.000 MW de energías verdes de los 6.000 MW con los que cuenta, lo que supone el 150% de su consumo y el 13% de todo lo que se produce en España.
Este liderazgo se puede ver reforzado con la incorporación de las nuevas tecnologías de generación eléctrica y los parques que están ya proyectados. A los 6.000 MW que ya produce, se sumarán otros 11.500 MW que están en tramitación.
Sin ir más lejos, la compañía aragonesa Forestalia ha anunciado hace apenas unos días el inicio de las obras de su parque eólico El Coto, en el término municipal de Zaragoza, que generará 21 MW. Estará listo en el segundo semestre de 2023 y producirá la energía equivalente al consumo de 23.700 viviendas.
El desarrollo de parques eólicos, desde que se puso en marcha el primero en la Comunidad -y segundo en toda España- en 1986, ha sido fulgurante en los últimos años. Tanto es así, que el 54,24% de la energía que se produce en Aragón procede del viento, frente al 23,3% de la media española.
En el ámbito del autoconsumo, Aragón también está demostrando su solvencia. Recientemente el vicepresidente de la Comunidad y consejero de Industria, Arturo Aliaga, explicaba que en tres años se ha pasado de 30 instalaciones a más de 3.400, que ya suponen, por ejemplo, más potencia de lo que generaba la estación térmica turolense de Escucha.
PIONEROS EN HIDRÓGENO
La tecnología del hidrógeno, cuyo desarrollo va por detrás de los sistemas eólicos y fotovoltaicos pero las expectativas son enormes, suponen un campo de desarrollo clave para los próximos años. En este campo, la Comunidad también ha tomado el liderazgo, con la Fundación del Hidrógeno, un centro de investigación que lleva más de 20 años en funcionamiento.
Actualmente, Aragón participa en más de 90 proyectos relacionados con esta tecnología con tanto futuro. Asimismo, se ha aliado este año con el País Vasco, Navarra y Cataluña para desarrollar el Corredor del Hidrógeno del Ebro, que busca ser el nexo principal del país en la generación de energía a partir de esta fuente limpia.