La aragonesa Grupo LOBE, máximo exponente en la construcción de viviendas con certificación Passivhaus, ha anunciado una gran operación en la localidad valenciana de Benicàssim, tras la compra de un solar de 7.508 metros cuadrados en primera línea de playa. Con esta adquisición, la compañía busca expandir su negocio, ya implantado en ciudades como Zaragoza, Madrid o Valencia.


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En Benicàssim, Grupo LOBE ha estado asesorado en la compra por CBRE, eligiendo un terreno situado entre la playa de Heliópolis y la playa del Serradal. Se trata de un área limítrofe con la localidad de El Grau, y la parcela dispone de un total de 6.705 metros edificables, en primera línea de mar.

La constructura dedicará el terreno para construir su proyecto Aqua Mare, que sumará un total de 64 viviendas, todas ellas con vistas al mar, de dos y tres dormitorios. Destacarán las terrazas, para aprovechar la ubicación privilegiada y el clima benigno del Mediterráneo.

En lo que ya es un sello de la casa, los pisos estarán certificados con el sello Passivhaus, lo que garantiza la máxima calificación energética existente en el mundo, lo que repercute en un mayor confort, bienestar, salud y ahorro energético, ahora que los precios están en máximos históricos.

Grupo LOBE cuenta con consolidada experiencia en promoción privada de vivienda certificada Passivhaus, habiendo entregado ya más de 1.300 viviendas distribuidas en 22 edificios que se sitúan en Zaragoza, Madrid y Valencia. Entre otras iniciativas en las que actualmente trabaja, está la urbanización de un tramo de la avenida Cataluña de la capital aragonesa.

Como propietario mayoritario del Área de Intervención F-55/2 va a urbanizar aceras, carriles bici, las calles entre parcelas y zonas verdes. El objetivo es, como detallan desde Grupo LOBE, transformar la avenida en un espacio urbano residencial dotado de “las más altas prestaciones de diseño y calidad, conforme a los estándares urbanísticos actuales”.

La labor de la Junta, en la que Grupo Lobe es el principal propietario, se centrará en la reurbanización. De los 16.000 metros, casi 9.000 serán suelos destinados a zonas verdes, equipamientos y demás dotaciones de uso y dominio público.


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El resto, solares con capacidad para albergar un máximo de 182 viviendas en edificios de ocho plantas de altura, supondrá una inversión que superará los 1,5 millones de euros y que, en menos de un año, servirá para mostrar la esperada renovación de esta zona de Zaragoza.