Con una campaña invernal que en 2021 se cerró en blanco, los empresarios y profesionales de hostelería y turismo de Huesca han hecho balance y lo han calificado como «uno de los peores años» para el sector. No obstante, los hosteleros altoaragoneses afrontan el futuro «con optimismo, a pesar de todas las dificultades».

Desde la Asociación de Hostelería y Turismo de Huesca, tras más de 20 meses de pandemia, apuntan que han vuelto unas restricciones que «están perjudicando seriamente al sector», si bien se muestran conscientes en todo momento de la situación sanitaria.

Desde la organización recuerdan que el sector de alojamiento representa en Aragón una oferta de 43.381 plazas de alojamiento hotelero, 17.908 de carácter extrahotelero y 34.417 al aire libre. De estas plazas, el 42%, 61% y 73% se encuentran, respectivamente, en la provincia de Huesca; algo que muestra el poder de la provincia en cuanto a destino y potencial turístico.

HOTELES: CON «ALTIBAJOS»

En general este sector hotelero terminará 2021 con un año «lleno de altibajos», apuntan. Con «momentos en los que se ha trabajado muy bien y que terminarán con cifras históricas, como la registradas en verano en algunos puntos», observan.

No obstante, conviene analizar en su justa medida estos datos por el “efecto salida” que muchas personas necesitaban en ese momento. Asimismo, prácticamente toda la demanda interna se quedó en ese momento en territorio nacional, opinan los hosteleros.

El final del año ha resultado más complicado, con numerosas cancelaciones por positivos COVID y por las recomendaciones de vuelta a los destinos de forma previa y otras malas informaciones asignadas en algunos portales o medios. Esta vía se quiere mejorar de cara a otros años y de forma conjunta con DGT -con quien ya se ha dispuesto un encuentro y se fijará una agenda futura-, AEMET y medios de comunicación.

RESTAURANTES: ANULACIONES EN DICIEMBRE

En el caso de restaurantes, los establecimientos en la provincia de Huesca suelen tener unas plantillas medias de unos 7-8 trabajadores. En el año 2021, un 84,2% de estos trabajadores se han tenido que acoger al ERTE en algún momento, si bien ahora representan apenas un 10%. Esta cifra podría ser mayor en caso de que se pudieran activar ERTEs por fuerza mayor o causas productivas y con el nivel de restricciones que existe actualmente.

En cuanto al mes de diciembre, el sector ha sufrido “muchas cancelaciones” sobre todo relacionadas con positivos o restricciones. Esto hace que un 56% de los establecimientos se haya quedado este final de año a menos del 40% de su capacidad. La forma mayoritaria de reservas en los establecimientos suele ser por vía telefónica. Como asignatura pendiente queda mejorar la política de reserva en los establecimientos.

Un 74% de los restaurantes consideran que se debería cobrar un anticipo por reserva o la obligatoriedad de dejar una tarjeta como garantía de la misma. Preocupa notablemente la falta de personal (8,5 sobre 10) y otros temas como la subida de la luz o materias primas. Muchos negocios están soportando facturas con un incremento del 40% sobre anteriores meses.

CAFÉS Y BARES: AGUANTANDO EL TIRÓN

Por su parte, el sector de cafés-bares se encuentra bastante atomizado con micro-pymes que soportan estructuras familiares, pero también otros negocios que ocupan a más de 7- 8 trabajadores (un 20% del total). Para estas empresas, el cliente habitual suele ser el vecino o local junto al de empresas, negocios o administraciones cercanas.

Esto se da sobre todo en localidades cabeceras de comarca. En el Pirineo también hay mucho cliente de segunda residencia y turista nacional. El comportamiento de los clientes respecto a las normas y el COVID se valora positivamente (8,20 sobre 10).

Para un 44% de las empresas ha sido “el peor” o “uno de los peores” años de su historia, aunque un 39% afirma que “no ha sido un mal año, a pesar del COVID y todas las dificultades”. Esto se da sobre todo en negocios que han visto en la terraza una posibilidad extraordinaria de trabajo y con el apoyo de los clientes habituales citados anteriormente.

Las restricciones de horario o el no consumo en barra «son las grandes preocupaciones actuales, unido a la necesidad de planes de formación y la falta de personal que resulta grave en general y más si cabe en zonas rurales», señalan.

OCIO NOCTURNO: DEMANDA DE AYUDAS

El ocio nocturno en la provincia de Huesca sigue soportando muchísimas dificultades y más de 450 días de cierre desde el inicio de la pandemia. La afección y cierre en Nochevieja (abrir hasta las 2.00 horas no ha sido una solución para ninguna empresa, apuntan) se traduce en pérdidas medias por local por venta de entradas de unos 6.000 euros, más otros 12.000 por venta de consumiciones.

Esta situación «es todavía más grave en locales como salas de fiesta o discotecas de la provincia», señalan los hosteleros. Todos los negocios afirman que este año ha sido “el peor” o “uno de los peores” de su historia. La situación actual no es alentadora y en general se afronta el año 2022 siendo más “pesimistas que optimistas”.

Se demanda «reactivación de ayudas y líneas específicas para el sector más perjudicado de la pandemia». El 100% de las empresas afirma sufrir un señalamiento continuo por parte de la administración y buena parte de la sociedad.

Medidas como la implantada recientemente en Galicia se verían con buenos ojos: la Xunta ha llegado a un acuerdo con empresarios de la noche para que aquellas empresas que desean cerrar voluntariamente, puedan tener una indemnización directa por parte del Gobierno.

Esta se establece según los metros cuadrados o posibilidades de cada local. Una medida que se considera «adecuada a este momento y mientras exista este nivel de restricciones», consideran los empresarios oscenses. En todo caso, demandan «nuevas soluciones que permitan trabajar al sector con unas condiciones dignas».