En mayo de 1876 abría la primera oficina de la entonces Caja de Ahorros de Zaragoza. Hoy, 145 años después, Ibercaja ha sido clave en la historia de Aragón y está consolidada como el octavo grupo bancario español, con más de 1.000 oficinas por todo el país, más de 5.000 empleados y más de 2,5 millones de clientes.

Los fundadores,  los ilustrados de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, pusieron en marcha la entidad con el objetivo de promover la inclusión financiera de las capas sociales más desfavorecidas y fomentar el desarrollo económico y el bienestar social del territorio aragonés. En la actualidad, con la actividad financiera ejercida a través de Ibercaja Banco y, la social y cultural, por medio de la Fundación Bancaria Ibercaja, permanece el propósito de acompañar a los clientes en los momentos más importantes de su vida y el compromiso con el desarrollo económico y social de los territorios donde actúa.

Así lo han refrendado el presidente del banco, José Luis Aguirre, y el presidente de Fundación Ibercaja, Amado Franco, en un acto conmemorativo de este aniversario que ha tenido lugar en el emblemático Patio de la Infanta y que ha contado con la intervención del secretario general del Tesoro y Financiación Internacional del Gobierno de España, Carlos San Basilio, mediante una ponencia titulada “El papel de la Banca en la gestión de la crisis y la recuperación de la economía española”.

LA HISTORIA DE ARAGÓN E IBERCAJA, UNIDAS

En su intervención, el presidente de Fundación Ibercaja, Amado Franco, ha destacado la contribución al desarrollo económico y social de Aragón, su territorio de origen, de manera que “no se puede entender la historia de Aragón en los últimos 145 años sin conocer la historia de Ibercaja”.

El presidente de Fundación Ibercaja, Amado Franco / Ibercaja

“Por un lado, hemos llevado a cabo nuestra labor financiera cotidiana y apoyado en el día a día las necesidades acuciantes en cada una de las coyunturas vividas, tales como la puesta en marcha de sanatorios antituberculosis, las ayudas a colectivos desfavorecidos y el desarrollo de programas educativos y culturales, entre otras muchas. Por otra parte, hemos desempeñado un papel muy activo en proyectos transformadores de la economía y la sociedad de Aragón, como han sido la llegada de Opel, el impulso a las estaciones de esquí, las bodegas del Somontano, la celebración de la Expo, etc.”, tal y como ha recordado.

También el presidente de Fundación Ibercaja ha puesto de manifiesto la doble responsabilidad que hoy tiene esta institución, como heredera de la antigua Caja de Ahorros. “En primer lugar, seguir siendo accionista de referencia en Ibercaja Banco para garantizar que mantiene sus raíces aragonesas, su fortaleza financiera distintiva y su apreciado modelo de relación y atención a los clientes. Una entidad como Ibercaja, en tiempos de elevada concentración en el sector bancario, aporta una “biodiversidad” muy positiva para el interés general en España. Estamos plenamente convencidos de que un modelo de banca así tiene mucho recorrido por delante, como tendremos ocasión de comprobar durante los próximos años”.

En segundo lugar, ha continuado Amado Franco, “tenemos la responsabilidad de continuar canalizando el dividendo social que la actividad del banco genera, promoviendo y respaldando iniciativas que sean motores de dinamización y modernización, como Mobility City o los programas de emprendimiento y capacitación digital de los jóvenes que estamos ahora impulsando”.

FORTALEZAS CONSISTENTES

El presidente de Ibercaja Banco, José Luis Aguirre, ha recordado en lo que se ha convertido hoy la caja de ahorros que nació en Zaragoza hace 145 años. La gran capacidad de adaptación y las fortalezas estructurales con las que cuenta el banco le han permitido superar, según ha afirmado Aguirre, “una transformación del sector bancario ‘sin precedentes’ en las últimas décadas, que ha conllevado la desaparición de marcas del sector, algunas centenarias, y que ha provocado que sólo las más sólidas, aquellas que con mayor acierto habíamos tomado decisiones estratégicas y gestionado riesgos, hayamos sobrevivido”.

El presidente de Ibercaja Banco, José Luis Aguirre / Ibercaja

“El liderazgo en nuestras zonas tradicionales (Aragón, La Rioja, Guadalajara, Burgos y Badajoz); una implantación consolidada y creciente en las zonas más pobladas y prósperas de España (Madrid y Arco Mediterráneo); un Grupo Financiero de referencia, en particular en productos como los fondos de inversión y los planes de pensiones; una cultura de honestidad y máximo rigor en la gestión de riesgos muy arraigada en todos los niveles de la organización; una amplia base de clientes que llevan confiando y trabajando con el Banco, en la mayoría de los casos, desde hace muchos años; y un ‘impoluto’ gobierno corporativo, complementado con un notable  alineamiento entre las Fundaciones accionistas, el Consejo de Administración, el Equipo Directivo y la extraordinaria plantilla formada por comprometidos profesionales”, conforman las fortalezas con las que el Banco afronta el presente y el futuro, tal y como ha detallado el presidente de Ibercaja.

José Luis Aguirre hacía referencia también en su intervención al Plan Desafío 2023, “hoja de ruta” estratégica que recientemente ha puesto en marcha el banco para acometer un trienio en el que apuesta por el crecimiento en banca de empresas, banca personal y seguros en el ámbito comercial; y una relevante actualización y digitalización de sus procesos, formas de hacer, productos y servicios y canales de relación con los clientes. Con todo ello la apuesta firme del banco consiste en continuar siendo una entidad independiente, competitiva, útil para sus clientes, para los territorios y la sociedad.