El consejero delegado de Ibercaja, Víctor Iglesias, ha sostenido que, como sociedad, «deberíamos configurar, en todo momento, el ecosistema jurídico, fiscal y laboral que incentive mejor la necesaria inversión empresarial».

Iglesias ha manifestado que para crear bienestar económico y social «no existen atajos, ni recetas mágicas» y sólo la inversión que llevan a cabo las empresas en la mejora de su propia competitividad «nos garantizará poder continuar avanzando en la senda de progreso del nivel de vida que hemos estado recorriendo con determinación en los últimos 40 años; como sociedad no deberíamos nunca perder de vista este enfoque».

El consejero delegado de Ibercaja ha señalado el mundo «complejo, muy cambiante, lleno de incertidumbres» que se da en la actualidad, «y en el que los denominados cisnes negros se suceden uno tras otro», como la pandemia, la «cruel» invasión de Ucrania por parte de Rusia, la crisis energética, las tensiones inflacionistas y las «turbulencias financieras» provocadas por las dificultades de determinados bancos regionales en Estados Unidos.

«Estamos inmersos en unas coordenadas que obligan a los que tenemos la responsabilidad de tomar decisiones a estar muy bien informados, a preservar la templanza y a combinar la consecución de los objetivos a corto plazo con la continua y necesaria adaptación de nuestras organizaciones a las transformaciones que se están produciendo en todos los sectores y en los mercados«, ha glosado.

Iglesias ha defendido «ahora más que nunca» la necesidad de que en el ámbito privado «nos coordinemos, colaboremos, sumemos esfuerzos y promovamos iniciativas que refuercen a medio plazo la competitividad de nuestras empresas», que son «el auténtico motor de generación, de riqueza y de empleo, así como de los ingresos fiscales».

El consejero delegado de Ibercaja ha querido resaltar las mejoras implementadas por el sector empresarial en esta década y en la anterior, a pesar del contexto complejo, dando un «salto importante en capitalización y solidez de balances empresariales, en la profesionalización de la gestión, en la internacionalización y en la búsqueda de mercados, en la innovación, en la preparación y en la formación del capital humano y en la configuración de modelos de colaboración entre las propias empresas».

En particular, en Ibercaja, «seguimos firmemente comprometidos con el tejido empresarial y queremos acompañaros en vuestra trayectoria vital, además de proveeros de aquellos productos y servicios bancarios que en cada momento nos requiráis y que os resulten de utilidad», ha remarcado.