Ibercaja Gestión ha cerrado el mejor trimestre de sus 35 años de historia, en el que ha acumulado 1.391 millones de euros de aportaciones netas a fondos de inversión, que equivale a 15 de cada cien euros de las entradas registradas por el sector en España. Se trata de la tercera gestora nacional en el ranking de aportaciones netas del primer trimestre de 2023.

La labor de asesoramiento realizada por la red de oficinas de Ibercaja y una oferta de productos adaptada a las necesidades de los clientes han sido la clave en estos resultados, ha explicado la entidad en una nota de prensa.

Las aportaciones registradas en Madrid ascienden a 306 millones de euros y las del Arco Mediterráneo a 168 millones, representando el 22% y el 12%, respectivamente, de la totalidad de las captaciones.

Esta «relevante actividad» y el «buen comportamiento» de toda la gama de fondos de inversión de Ibercaja, a pesar de la elevada volatilidad e incertidumbre en los mercados, han impulsado el volumen de patrimonio administrado por la gestora hasta los 19.769 millones de euros. La cuota de mercado avanza de nuevo y alcanza el 6,11%, 25 puntos básicos por encima del cierre de 2022, han apuntado las citadas fuentes.

La directora general de Ibercaja Gestión, Lili Corredor, ha resaltado el excelente comportamiento de la actividad de la gestora «en un trimestre que ha sido histórico para el sector financiero, por la quiebra en Estados Unidos del Silicon Valley Bank y en Europa de Credit Suisse, como consecuencia de las turbulencias que han desencadenado la restricción monetaria en la que estamos inmersos».

RENTABILIDADES POSITIVAS

La totalidad de la gama de fondos de Ibercaja ha acumulado rentabilidades positivas, a pesar de la volatilidad de los mercados y los eventos extraordinarios ocurridos y esto ha permitido «recuperar buena parte de las minusvalías sufridas en el convulso 2022», ha explicado Corredor.

En renta variable, ha habido un buen comportamiento de los fondos Ibercaja Tecnológico e Ibercaja Global Brands, con rentabilidades acumuladas del 17,7% y 12,4%, respectivamente, en estos tres meses. Por su parte, el fondo Ibercaja Small Caps y el Ibercaja Bolsa Internacional han batido su marca del 10% de rentabilidad trimestral.

En cuanto a los fondos de renta fija, el fondo Ibercaja Objetivo 2028 ha superado el 3% de rentabilidad en los tres primeros meses del año, obteniendo un 3,1%; el fondo Ibercaja Renta Fija 2027 ha logrado un 2,7%; mientras que el Ibercaja Deuda Corporativa ha anotado un 2,2% y el Ibercaja Renta Fija 2026 un 2,2%.

La entidad lanzó, en enero, Ibercaja Renta Fija Horizonte 2025, un nuevo fondo de renta fija privada con objetivo de rentabilidad no garantizado del 3% TAE y con vencimiento el 31 de mayo de 2025.

Los fondos de rentabilidad objetivo no garantizada, construidos con carteras invertidas en renta fija de deuda pública o de deuda privada de máxima calidad y atractivas rentabilidades, han constituido la apuesta de la gestora de fondos de inversión de Ibercaja en los últimos meses.

De esta manera, la entidad ha querido aprovechar para sus clientes la oportunidad de inversión que han ofrecido las curvas de deuda, especialmente en los tramos cortos.

CARTERAS MIXTAS

La rentabilidad de las carteras mixtas ha presentado igualmente un comportamiento positivo en el trimestre. Así, Ibercaja Sostenible y Solidario ha alcanzado un 4,30% de rentabilidad en el trimestre; Ibercaja Gestión Crecimiento, un 3,80%; Ibercaja Luxemburgo 25-50, un 3,40%; e Ibercaja Confianza Sostenible un 2,80%.

En cuanto a las soluciones pensadas específicamente para empresas, destacan los fondos Ibercaja Corto Plazo Empresas y Corto Plazo Empresas 2 que, con duraciones de seis meses cada uno, ofrecen una rentabilidad objetivo del 2,40% TAE, con un volumen de aportaciones cercano a los 150 millones de euros desde su lanzamiento.

RENTA FIJA SOBERANA Y DE ALTA CALIDAD

La volatilidad ha sido la característica más destacada en los mercados en el trimestre y la aversión al riesgo ha quedado de manifiesto con las fuertes caídas en bolsa, centradas especialmente en los sectoriales de bancos y, por otra parte, en la ampliación de spreads en renta fija privada en el conjunto de emisores del sector.

Así lo ha trasladado Lili Corredor que, en este contexto, ha subrayado la labor realizada por los Bancos Centrales y reguladores «que han tratado de devolver la calma a los mercados aportando toda la liquidez necesaria al sector, así como dando mayor seguridad jurídica al sistema, por lo que a cierre de marzo se ha revertido gran parte del movimiento de aversión al riesgo, lo que da un voto de confianza a dichas medidas».

La excesiva restricción monetaria aplicada para aplacar la inflación está impactando de lleno en la economía, por lo que las autoridades monetarias, según la directora general de Ibercaja Gestión, «deben realizar un balance adecuado entre el mix crecimiento económico e inflación».

En este sentido, «las expectativas de actuación por parte de la Fed y del BCE se han relajado de forma considerable a lo largo de este último mes de marzo, poniendo de manifiesto que gran parte del trabajo de los Bancos Centrales ya está hecho, como habíamos anticipado a principio de año».

PREVISIÓN

Con todo ello, Ibercaja Gestión prevé un mapa de actuación que se fundamenta, en el ámbito de la renta fija, en el valor de las curvas de tipos soberanas y en la renta fija de alta calidad. La gestora considera que, aunque el techo de las curvas de tipos de interés ya se ha alcanzado, a lo largo de los próximos meses podría haber movimientos en un rango de consolidación.

En cuanto a la renta fija privada, por valoración, el diferencial de rentabilidad por dividendo de la bolsa europea y la TIR de un bono europeo grado de inversión sigue siendo muy favorable.

En el ámbito de la renta variable, la gestora ha apuntado que, a partir de ahora, va a primar el crecimiento económico y, por tanto, prestará atención a las revisiones de beneficios que se pueden ir produciendo en los distintos sectores, en las que pesará más la calidad de los balances y los negocios con mayor visibilidad en la generación de beneficios, como es el caso de la sanidad y el consumo básico.