La viabilidad económica de la juguetera zaragozana Imaginarium pende de un hilo. Los números rojos han estado asfixiando a la compañía hasta rozar la liquidación que se disipó con el salvavidas lanzado por los nuevos inversores de la compañía en noviembre de 2017. Desde entonces, las dudas sobre su sostenibilidad financiera han sido permanentes.


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Por el momento, la dirección de Imaginarium está tanteando a los líderes sindicales de la compañía para promover un expediente de regulación de empleo que afecte hasta el 40% de su estructura laboral. Según ha adelantado Diario Económico, de la emisora pública autonómica Aragón Radio, las conversaciones previas apuntan en esa dirección aunque no se ha presentado de manera oficial.

La Secretaria de la Federación de Servicios de CCOO en Aragón, Marta Iglesias, ha reconocido en la citada emisora que el expediente de regulación de empleo que promueve Imaginarium es fruto de su sufrida cuenta de resultados por lo que necesitan ajustar el volumen de gastos de personal a las posibilidades reales de la empresa.

En los últimos años, según ha manifestado Iglesias, ha habido una política continua de recortes en la compañía, desde laborales o salariales hasta en la supresión de tiendas, en una crisis que se remonta desde hace años.

NÚMEROS ROJOS

La consolidación de la compañía tras la compra de los nuevos inversores en 2017 no ha devuelto el esplendor que tenía la juguetera. El nuevo consejo de administración, liderado por Federico Carrillo, ha establecido una política contundente en la reestructuración de la empresa para impulsar la rentabilidad del negocio. Pero sin éxito. El objetivo de la dirección era dejar atrás los números rojos en el pasado ejercicio pero la situación no ha mejorado.

Según el último informe de la auditora de la compañía juguetera, la multinacional KPMG, persiste «la existencia de dudas sobre la capacidad del grupo para continuar». Un extremo que negó la dirección de Imaginarium hace meses asegurando que la rentabilidad volverá al negocio junto al apoyo de los accionistas con las continuas ampliaciones de capital que ha emprendido.


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Concretamente, durante el primer semestre fiscal (de febrero a julio) del ejercicio pasado, la juguetera registró un saldo neto negativo de 4,4 millones de euros. Los datos, publicados por Merca2, atestiguan que la compañía permanecía en números rojos pese a los supuestos beneficios de 20 millones de euros que presentó en el MAB (Mercado Alternativo Bursátil).