La avalancha de inversiones anunciadas por la industria médica en Zaragoza en las últimas semanas no puede ser una coincidencia. Primero fue Certest Biotec que, en presencia del ministro Pedro Duque, se reafirmó en su apuesta de invertir 100 millones de euros y desarrollar su propia vacuna contra el COVID-19.


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Le ha seguido el anuncio de Becton Dickinson que, ya presente en Fraga desde 1986, ha apostado por la capital aragonesa para invertir 165 millones de euros en una nueva planta que creará hasta 750 empleos en los próximos 10 años. El gigante médico ha protagonizado la que es la mayor inversión empresarial de las últimas décadas en Zaragoza, seducida por las capacidades logísticas del nodo que supone la ciudad.

A estos dos proyectos se ha sumado, en los últimos días, el de la compañía farmacéutica TEVA, que ha cifrado en 6,5 millones de euros la inversión que realizará en su planta de Zaragoza, con la contratación de 29 empleados con los que ya sumará un total de 564. Su objetivo, potenciar su capacidad de producción y de packaging, al mismo tiempo que innova en la seguridad de sus empleados y amplía las instalaciones de control de calidad.

QUIRÓNSALUD, REFERENTE HOSPITALARIO

A esta avalancha de nuevos proyectos en la industria médica, se suma que Zaragoza va a contar con un nuevo centro hospitalario levantado por Quirónsalud en la avenida Gómez Laguna. El hospital, para el que se van a invertir más de 100 millones de euros, quiere ser un referente en innovación tecnológica, calidad asistencial, innovación e investigación.

Este mismo verano se iniciarán las obras y las instalaciones estarán en pleno funcionamiento en 2023, con más de 250 camas, consultas externas y equipos de última generación, como un quirófano híbrido, quirófanos integrados, Resonancia Magnética 3 Teslas, PET-CT y SPECT-CT o un acelerador lineal, entre otros muchos equipamientos. Será, además, el primer hospital privado aragonés con UCI pediátrica y neonatal.

Las obras del nuevo hospital de Quirónsalud empiezan este mismo verano / Quirónsalud

LA INVESTIGACIÓN ES CLAVE

Todas estas inversiones con pocas semanas de distancia dejan constancia del potencial con el que cuenta Zaragoza para que la industria médica y farmacéutica se instale en masa. Con el respaldo de los fondos europeos, la idea de crear el hub Aragón Medical City podría generar hasta 2.800 puestos de trabajo, como ha explicado el presidente del Clúster de Salud de Aragón (AraHealth), Javier Ruiz Poza.

Pero no se trata sólo de grandes proyectos. Si la ciudad quiere ser un referente del sector, también debe apoyarse en la investigación, y que sus desarrollos tengan un impacto real en la comunidad científica. En este ámbito, recientemente también se han producido movimientos importantes.


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Uno de ellos es el proyecto de la compañía aragonesa Dive Medical, que este mes de abril ha ganado el premio EmprendedorXXI por su revolucionario desarrollo de tecnología ocular. Gracias a la Inteligencia Artificial, pueden explorar los ojos de pacientes incluso en los casos no colaborativos, por ejemplo niños.

Otro proyecto de investigación que ha despertado gran interés es PowerIRE, desarrollado en el Instituto de Investigación de Ingeniería de Aragón (I3A). En su caso, un equipo multidisciplinar que cuenta con ingenieros que trabajan en las cocinas de inducción de Balay, desarrolla un tratamiento para ciertos tipos de cáncer basado en la electroporación, una técnica no térmica mucho menos invasiva que las existentes. Este proyecto ha recibido el I Premio a la Innovación Multidisciplinar de la Cátedra SAMCA.

La última aportación de la industria médica aragonesa ha sido, esta misma semana, la presentada por la compañía Alcora Salud: teclados y ratones para centros médicos y hospitalarios que cuentan con la gran ventaja de poderse meter en el lavavajillas y ser compatibles con los desinfectantes de hospital. Su utilidad: paliar los 4 millones de contagios que se producen al año en Europa por infecciones contraídas en centros sanitarios.