El segundo trimestre del año 2022 ha venido marcado por las pronunciadas tensiones inflacionistas, provocadas por el aumento de costes de las materias primas -energéticas, industriales y alimentarias-, que han afectado a las cadenas de producción y al consumo, amenazando el crecimiento de la economía mundial y provocando nuevas subidas en los tipos de interés.


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Esta es una de las conclusiones que se extrae del análisis de coyuntura económica que el Servicio de Estudios de Ibercaja realiza en el número 76 de la revista Economía Aragonesa, que han presentado en rueda de prensa Enrique Barbero, director de Comunicación de la entidad, y Santiago Martínez, jefe de Análisis Económico.

La economía americana ha continuado creciendo a pesar de los desequilibrios acumulados que suponen riesgos a medio plazo. Mientras, en la Zona Euro, la cercanía de la guerra de Ucrania ha provocado un menor dinamismo económico causado por la creciente incertidumbre. Por su parte, en China se han mantenido las restricciones por coronavirus, provocando una caída del consumo y de la producción.


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El “trending topic” del momento sigue siendo el precio de las materias primas energéticas, que continúa en niveles muy elevados en perspectiva histórica y sujeto a una gran incertidumbre, siendo su moderación necesaria para que se reduzcan las presiones inflacionistas mundiales.

LA ENERGÍA CAPITALIZA LA SUBIDA DE PRECIOS

En la Zona Euro, en el primer semestre del año, la mayor presión en el alza de los precios procede de la energía, de los alimentos y, en menor medida, del resto de productos y servicios. Por su parte, en Estados Unidos, los precios también han seguido disparados, aunque la desaceleración en los bienes no energéticos puede indicar un menor desajuste entre la oferta y la demanda que en los trimestres anteriores. Ante esta situación de persistencia de un crecimiento elevado de los precios, los bancos centrales han incrementado su beligerancia contra la inflación, sobre todo en el caso de la Reserva Federal, que subió el tipo de referencia 150 puntos básicos en poco más de tres meses.

En este contexto, cabe destacar que después de haber permanecido durante años en niveles muy reducidos, los tipos de interés a largo plazo han subido de forma considerable. Este incremento de los tipos de interés, unido al factor de incertidumbre persistente, ha provocado fuertes caídas en las Bolsas en un entorno negativo para los activos de riesgo.

En el panorama económico nacional, la inflación se ha convertido en la principal amenaza para el crecimiento económico en el primer semestre, con un IPC que ha acelerado en junio hasta el 10,2% interanual, por causa de la subida de los precios energéticos, seguida de los alimentos y, en menor medida, de la hostelería. Aunque se ha frenado el incremento del precio de la electricidad, el de la gasolina sigue siendo elevado y adquiere especial relevancia la inflación de los alimentos, que afecta en mayor medida a los hogares de menores rentas.


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En el ámbito de la coyuntura regional, según la AIREF, la economía de Aragón era la que estaba más cerca de recuperar el PIB promedio de 2019 en el primer trimestre de 2022, con un -0,6%. Por su parte, el IAEST anunciaba que el PIB aragonés creció un 0,6% en el primer trimestre de 2022, superando el de España (del 0,2%) e igualándose con el de la Zona Euro.