El presidente de Aragón, Javier Lambán, abre la puerta impositiva para modificar la situación fiscal de la comunidad en una situación de debilidad económica en plena crisis sanitaria por la pandemia del COVID19 y la crisis económica que ya se nota con dureza.

El pasado viernes el presidente aragonés reconoció que uno de los efectos que tendrá la pandemia es «un cierto trastocamiento» de la fiscalidad para mantener los servicios públicos y evitar recortes, pero habrá que hacerlo sin que tenga «sobrecostes inasumibles» para las familias y empresas.


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«No tomaremos ninguna decisión por parte del Gobierno que contradiga el acuerdo de investidura, salvo que hubiera acuerdo por parte de los socios», remarcó Lambán en respuesta en el pleno de las Cortes de Aragón al diputado de IU, Álvaro Sanz.

El diputado de IU incidió al presidente en la actuación desde el Ejecutivo para dar garantías y solvencia a las administraciones mejorando su financiación, dado que buena parte de los fondos europeos y las políticas de recuperación ante la pandemia de COVID-19 se derivan de un endeudamiento.

Por tanto, instó a Lambán a empezar a planificar cómo actuar en la mejora de la financiación, en línea con el plan «España Puede», para que sea inclusiva y solvente y garantice unos servicios públicos sostenibles, como reclama Europa.


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Sanz recordó que el presidente Lambán ya ha manifestado en varias ocasiones que la realidad ha hecho «saltar por los aires» los presupuestos y los acuerdos de investidura previos a la pandemia, pero cuando acaben las políticas implementadas para afrontar los efectos de la crisis vendrán «años muy duros» en materia económica y tendrá que encarar el debate de «recortes sí o recortes no», en función de si se afronta o no una reforma fiscal justa.

Considera el diputado de Izquierda Unida que en Aragón «hay margen» para un reajuste fiscal porque, ejemplificó, en bonificaciones se dejan de recaudar 197 millones de euros, y aunque no todas son malas, «hay que releer algunas», y también abordar la imposición ambiental, como consta en los acuerdos de investidura con IU. Hay que superar, insistió, un sistema fiscal que se nutre en un 76 por ciento por la vía del IRPF, el IVA y el ICA.

Lo que el presidente Lambán aseguró que en la línea que trabaja el Gobierno aragonés es impulsar un sistema tributario justo y el compromiso de mantener la presión fiscal y de reclamar en el Consejo de Política Fiscal y Financiera una armonización real de impuestos en todo el país, así como modificar el ICA por un nuevo impuesto.

Según Lambán, siempre ha tenido claro que para la prestación de los servicios públicos, ahora y en la etapa que vendrá cuando haya que ajustar las cuentas, lo imprescindible es modificar el sistema de financiación autonómica.


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Pero «nadie duda», remarcó Lambán, que uno de los efectos que tendrá la pandemia será «un cierto trastocamiento de la fiscalidad», que habrá que abordar para reconstruir y mantener los servicios públicos y evitar recortes. Lambán en esa línea defendió una fiscalidad justa y con progresividad pero enfatizó que es una cuestión a abordar con «mucha serenidad y prudencia», buscando los máximos acuerdos posibles.

«Ni en esto ni en nada son aconsejables batallas ideológicas, sino acuerdos los más transversales posibles», aseveró el presidente Lambán.