Cada día más en las oficinas se lleva ese buen rollo del aperitivo de los viernes, la celebración del cumpleaños de aquel que no te cae muy allá o cualquier otro evento social.

Y es que los lugares de trabajo están dejando de ser lugares grises, apagados y sin vida para ser -en algunos momentos- zonas de distensión y relación entre personas de la misma empresa.

Pues bien: imagina que este jueves -la celebración de Jueves Lardero– eres capaz de organizar un pequeño aperitivo con el palmo de longaniza tan propio de ese día, y que seguro que comías de pequeño en el pueblo o en la escuela.


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No le des más vueltas. Lo tienes muy fácil: La empresa aragonesa brasaysal.com te lleva el palmo de longaniza -la mejor carne de pueblo con todo su sabor– a tu oficina o lugar de trabajo para que disfrutes del día de Jueves Lardero de la forma más auténtica con tus compañeros.

¿Te imaginas esta deliciosa longaniza en tu oficina? / brasaysal.com

El palmo, para los despistados, es un trozo de longaniza casera elaborada en el obrador de brasaysal.com junto con un panecillo. La longaniza se comercializa asada a la brasa y envasada al vacío. Es decir, todo listo para calentar y consumir.

Un buen motivo para disfrutar del palmo de longaniza es, sin duda, este jueves por ser ‘Jueves Lardero’, la tradición típicamente española previa al domingo de Carnaval que se caracteriza por el consumo de carne de cerdo.

SU ELABORACIÓN

Todos los productos de brasaysal.com son elaborados en su obrador con recetas artesanales en procesos tradicionales. La empresa está localizada en Miedes de Aragón (Zaragoza).

Cada semana en brasaysal.com elaboran la mejor de las longanizas. Siempre fieles a la receta tradicional que nos ha trasmitido la antigua propietaria de la carnicería (madre de los actuales propietarios) y que se llamaba ‘La Goya’, tal y como ella la aprendió de las mejores mondongueras de Miedes.


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Para elaborar los embutidos desde brasaysal.com escogen las mejores piezas del cerdo picándolo con el diámetro, para después masarlo con especias naturales. Y así siempre queda ese toquecico a canela que tanto gusta. Eso sí, siempre trabajando sin aditivos ni secantes artificiales.

La masa toma su regustico. Luego se embute en tripa natural las longanizas y chorizos frescos. Una vez hechos y atados, los embutidos se dejan orear en el secadero natural el tiempo necesario. Todo hace que sea un bocado especial para los que quieran comer la carne curada, asada o frita.

El trabajar de manera artesanal y con la receta de siempre, asegura con certeza el éxito de ofrecer a productos de alta calidad.