Las organizaciones SEO/BirdLife y Jalón Vivo han denunciado la presión que sufren por parte de regantes y constructoras que les reclaman una fianza de 145 millones de euros por la paralización provisional de las obras del embalse de Mularroya, que se encuentran juidicializadas.

Ambas organizaciones solicitaron la suspensión inmediata de las obras tras la sentencia de la Audiencia Nacional el pasado 23 de marzo que declaraba la nulidad de dicho embalse, hasta el pronunciamiento del Tribunal Supremo sobre los recursos presentados por el Ministerio de Transición Ecológica así como por regantes y constructoras (Acciona y Sacyr) y ante el daño ambiental que, a su juicio, estaban provocando los trabajos.

En su auto, la Audiencia consideraba el deterioro que la construcción del embalse provocaba en las masas de agua de los ríos Grío y Jalón, así como en los acuíferos de las sierras de la Virgen y Vicort, y daba la razón a las organizaciones ambientales, como recuerdan Seo Birdlife y Jalón Vivo en una nota de prensa.

La UTE Mularroya les reclama 24,2 millones de euros y otros 120 millones la Junta Central de Usuarios del Río Jalón como depósito de garantía para responder por daños y perjuicios. SEO/BirdLife y la asociación Jalón Vivo estiman que con estas peticiones, además de «inviables y excesivas», los regantes y las constructoras «obvian por completo la finalidad de la propia paralización provisional de las obras, que no es otra que el interés general de proteger un patrimonio común, impedir el incumplimiento comunitario, limitar el deterioro ambiental y la irreversibilidad del daño que se está ocasionando».

Por otro lado, los ecologistas denuncian que con el recurso de casación interpuesto por los afectados y que el Tribunal Supremo ha admitido a trámite, los recurrentes pretenden que una obra que «deteriora de forma importante un río, pueda autorizarse sin el marco legal que conlleva someterlo de forma previa a la evaluación ambiental estratégica y la participación pública del plan hidrológico en el que se enmarca» a lo que SEO/BirdLife, advierte, «se opone frontalmente».

Las organizaciones mantienen que no existen dudas y que la jurisprudencia es clara tanto en lo que respecta a cómo deben quedar explicados en el plan hidrológico, y con qué detalle, los motivos de las modificaciones o alteraciones que afecten al estado de las masas de agua, como si debe plantearse dentro del propio plan de cuenca, y no posteriormente.

«Plantear obras de esta dimensión fuera del marco de la planificación hidrológica aprobada es vaciar de sentido tanto a los planes hidrológicos como a la evaluación estratégica que conlleva la aprobación de estos planes», critican los ecologistas, que insisten en la paralización de las obras y en que «cada día que pasa sin una decisión final es un día más de deterioro del patrimonio natural que representan nuestros ríos y acuíferos y sus ecosistemas asociados»