En el inicio de la pandemia de COVID19 todos los ojos estaban puestos sobre el transporte publico. Su gran afluencia de personas cada día, junto al flujo de movilidad que genera por toda la ciudad, era una de las preocupaciones del Ayuntamiento de Zaragoza.

Por ello, desde antes del estado de alarma de 2020 al estallar la pandemia, se aplicaron medidas pioneras para evitar un riesgo de contagios como la desinfección de los autobuses al final de cada recorrido de la linea.


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En esa línea de actuación, el Ayuntamiento de Zaragoza dentro del área de movilidad que gestiona la consejera Natalia Chueca, se ha impulsado la realización de un estudio científico para comprobar cuál es el riesgo de contagios en el transporte público.

El estudio se ha elaborado en colaboración con las contratas municipales, Avanza en el autobús público y la SEM para el Tranvía de Zaragoza, y realizado científicamente por un grupo científico de la Universidad de Zaragoza y el Centro de Investigación Biomédico de Aragón.

«El transporte público no es un foco de contagio, y estos estudios lo ratifican. Quiero invitar a todos los zaragozanos que han dejado de usar el transporte público por recelo o miedo a que vuelvan con total tranquilidad», ha aseverado la consejera Natalia Chueca.


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Estos estudios realizados por los dos grupos científicos con el aval del Ayuntamiento son los primeros realizados en España para conocer la realidad de la calidad del aire y los niveles de CO2 en el transporte público.

La realidad de la pandemia ha dejado una situación crítica para el uso del transporte público de la ciudad. Concretamente, la ciudad de Zaragoza ha registrado una perdida del 40% de viajeros en su transporte público.

Por lo que los estudios tienen una gran importancia para determinar, en la línea de los estudios científicos internacionales, que el transporte público -en concreto en Zaragoza- no genera riesgos añadidos para los usuarios.

La transmisión de aerosoles como forma de contagio demostrada en los últimos meses no se genera en estos medios de transportes por varios motivos. Según lo que detalla el estudio citado, el uso de mascarilla en todo momento por ser de carácter obligatorio; el breve tiempo de exposición de los usuarios del autobús de entre 7 a 15 minutos; y la apertura de las ventanillas entre 7 a 15 cm en cada recorrido.

Es más, según ha explicado la consejera Natalia Chueca, las tres líneas donde se ha desarrollado este estudio científico han sido en las más frecuentadas (C2, 33 y 38). Junto a ello se reforzará en la gran mayoría de vehículos los filtros para incrementar la garantía de seguridad en la calidad del aire. Se utilizarán filtros G4 y G5 en el autobús y filtros PM2,5 en el Tranvía de Zaragoza.

ZARAGOZA, PIONERA

Desde el inicio de la pandemia de COVID19 la ciudad de Zaragoza ha instalado una serie de medidas que han sido pioneras en el resto del país. Antes del decreto del estado de alarma en marzo de 2020, se inició la desinfección de los autobuses.


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Más adelante se logró el certificado AENOR de calidad del transporte público durante la pandemia en colaboración con Avanza, la concesionaria del autobús público. Se instó a colocar gel hidroalcohólico en cada uno de los autobuses para su uso voluntario por parte de los viajeros, entre otras medidas.