Las mujeres tienen mucho que decir en una cuestión tan crucial para Aragón como es la despoblación. Sobre todo teniendo en cuenta que en el medio rural es donde se evidencia una mayor brecha social por género, debido entre otros factores a la masculinización de la actividad agraria.


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Y las mujeres desean seguir permaneciendo en el pueblo. Esa es la principal conclusión a la que han llegado dos estudios elaborados por el Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza

Ambos trabajos han permitido analizar y conocer la situación actual de las mujeres en el medio rural aragonés, comarca por comarca. Actualmente, los municipios aragoneses de menos de 2.000 habitantes tendrían un porcentaje de mujeres situado en torno al 46%, algo mayor si son municipios de entre 2.000 y 9.999 habitantes y, ligeramente superior al 50% si hablamos de núcleos mayores de 10.000.

Pero, ¿qué perfil socioeconómico poseen?, ¿cómo es la distribución de su tiempo y qué percepción de arraigo tienen, desde una perspectiva de género? Estas son algunas de las cuestiones a las que han tratado de dar respuesta los estudios presentados.

Las principales conclusiones extraídas del «Estudio de la situación del mundo rural aragonés desde una perspectiva de género», son que las mujeres están muy identificadas con el medio donde viven, valoran especialmente sus recursos naturales y culturales y están contentas de vivir en un pueblo. Ahora bien: inciden en que las posibilidades de empleo son escasas y muchas se ven obligadas a emprender para poder trabajar. 

También señalan las deficiencias en servicios e infraestructuras. Su percepción respecto al apoyo de las administraciones es que existe desinformación y descoordinación.


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Asimismo, se detectan diferencias entre las comarcas, siendo las de Comunidad de Teruel y Albarracín las que peor nota sacan, mientras que la Comarca Central, Ribera Alta del Ebro y Campo de Daroca son las que obtienen mejor valoración.

“Fomentar y facilitar el empleo y el emprendimiento es básico para que las mujeres puedan permanecer en el medio rural; es muy importante contar con su visión a la hora de realizar propuestas”, ha explicado Mari Luz Hernández, coautora de este estudio.

MAYOR BRECHA DE GÉNERO EN EL ÁMBITO RURAL

El segundo estudio, que ha contado con datos del Instituto Aragonés de Estadística (IAEST) y ha recopilado información y opiniones respecto a preferencias, oportunidades o barreras  en el territorio, ha constatado una mayor brecha de género poblacional y de empleo que en el medio urbano, así como un mayor envejecimiento. Revela asimismo la existencia de dificultades para la fijación de población en edad de trabajar. La formación aparece como elemento importante de movilidad económica y social en el medio rural.

La investigación resalta que la distribución del tiempo dedicado a realizar las distintas actividades cotidianas entre las mujeres y sus parejas es desigual, aunque se iguala algo al disminuir la edad y amentar el nivel de formación. Se constata igualmente que las tareas de cuidados recaen en gran medida en las mujeres.


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Por su parte, los estereotipos están superados en gran parte, si bien persisten en algunos grupos según nivel formativo, renta y edad. También en este estudio se comprueba que las mujeres desean seguir permaneciendo en el medio rural en los próximos años, siendo el sector agrario el que más arraigo genera.

“Hay, por lo tanto, margen para mejorar«, concluye Rosa Duarte, coordinadora del estudio. En su opinión, algunas iniciativas que deberían ponerse en funcionamiento son el apoyo a la conciliación, facilitar el acceso a la formación continua y a la información sobre los recursos y apoyos disponibles, así como fomentar el contacto de las mujeres del área rural con la administración, por ejemplo, impulsando el uso de medios electrónicos.