La pandemia ha puesto de manifiesto que, en determinados casos, no es necesario trabajar desde una gran ciudad y es posible desarrollarse profesionalmente en un entorno rural, con las ventajas que ello ofrece, apoyándose en la tecnología. Y el pueblo de Aragón que reúne las mejores condiciones para hacerlo es Oliete, en la comarca turolense de Andorra – Sierra de Arcos.

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De hecho, la localidad es la única aragonesa que ha logrado formar parte de la Red Nacional de Pueblos Acogedores de Teletrabajo, una iniciativa impulsada por el Grupo Red Eléctrica y El Hueco, con el apoyo de Booking. El objetivo es promocionar la España rural como destino óptimo para el trabajo en remoto. Hasta ahora, se han sumado a esta iniciativa 27 municipios de todo el país.

La red, de la que ya forma parte Oliete, se articula en torno a una plataforma online que ofrece información sobre todas las posibilidades para el teletrabajo y la vida en las localidades seleccionadas. Cada municipio cuenta con una ficha detallada con datos de alojamientos, espacios de coworking, cobertura de Internet, conexiones por transporte público, servicios como oficinas de Correos, cajeros, farmacias, comercios, escuelas, lugares de culto, espacios de ocio y naturaleza.

Asimismo, se suma información sobre el patrimonio cultural e histórico del municipio, gastronomía, clima, calidad del aire, nivel de seguridad o contaminación acústica. Es más, se detalla incluso el coste de vida medio por persona y semana. A la persona teletrabajadora se le ofrece la posibilidad de tener una estancia más inmersiva, estableciendo contacto con un anfitrión en el pueblo, para asesorarle y orientarle. Con el motor de búsqueda, el interesado puede señalar cuáles son sus preferencias de teletrabajo y la propia web le indica cuál es el lugar más adecuado para instalarse.

«La Red de Pueblos Acogedores visibiliza las zonas rurales como entornos donde es posible vivir y trabajar, y acerca la vida rural a las personas que tienen interés en ella», explica el director de Sostenibilidad de Red Eléctrica, Antonio Calvo Roy. Del mismo modo, «se pone en valor el propio teletrabajo, ya que, con experiencias como esta, se abren nuevos modelos», añade.