En las últimas semanas se ha vivido un boom por la compra de Letras del Tesoro, también en Zaragoza, donde HOY ARAGÓN pudo comprobar las largas filas que se producían a diario en la sede del Banco de España, lo que obligó a poner en marcha un sistema de cita previa desde el 7 de febrero. Esta situación ha dejado ver que, tras la pandemia y la retención del gasto de las familias, hay un remanente de ahorro que ahora busca buenas oportunidades de inversión.

Sin duda, las Letras del Tesoro son una buena opción en renta fija, en primer lugar porque los particulares no podían acceder a las mismas en los últimos años y, últimamente, están ofreciendo una rentabilidad cercana al 3%, muy por encima de los depósitos bancarios, que en la actualidad rondan el 0,7%.

Ofrecen, además, una alta seguridad, dado que el riesgo es que el Estado español no te pague, algo altamente improbable. En todo caso, dadas las colas vistas en las últimas semanas, y el hecho de que la web del Tesoro Público se ha caído en alguna ocasión debido a la cantidad de solicitudes, el economista Javier Martínez recuerda para HOY ARAGÓN que estas operaciones de compra de Letras del Tesoro también pueden realizarse en las entidades bancarias de los usuarios interesados.

MAYORES RETRIBUCIONES DE LOS BANCOS

Respecto a otras posibilidades de inversión que permitan sacar un rendimiento extra al ahorro de las familias, Martínez anuncia que muchos bancos ya se están planteando mayores retribuciones para los depósitos, con el fin de que puedan ser una alternativa más atractiva para los ciudadanos.

Respecto a cómo y donde invertir, el economista recomienda, en primer lugar, decidir si queremos que la inversión tenga un retorno a corto o a largo plazo. En el primer caso, las Letras del Tesoro y las opciones de renta fija que puedan ofrecer las entidades bancarias (probablemente más interesantes en los próximos meses) son una buena opción.

Asimismo, hay que considerar que también se puede adquirir deuda pública de otros países, así como rentas fijas de grandes compañías, como pueden ser Telefónica o Iberdrola.

En el caso de que la idea sea invertir a largo plazo, por ejemplo de cara a la jubilación, Martínez señala que, dependiendo del perfil de inversor, se puede plantear la opción de asumir algo más de riesgo con el fin de alcanzar una mayor rentabilidad.

Una opción con un riesgo relativamente bajo es invertir en bienes inmobiliarios. A día de hoy, si bien los precios de vivienda han aumentado, los alquileres lo han hecho a mayor ritmo. No obstante, el mercado a largo plazo siempre tiene un componente de incógnita.

Otra opción, pero que supone un mayor riesgo, es acudir a fondos de inversión. En todo caso, Martínez recomienda «no poner todos los huevos en la misma cesta». A día de hoy, existe gran flexibilidad en los fondos de inversión, que además admiten cantidades pequeñas, por lo que se puede diversificar con el fin de que si un sector en concreto tiene una crisis, no impacte en toda nuestra inversión.

En todo caso, el economista insiste que la asunción de riesgo sea compatible con el perfil del inversor y su propia economía doméstica. «Lo importante es dormir por la noche», recuerda.