La planta del Grupo Stellantis en Figueruelas está sufriendo contínuos parones desde hace ya más de un año. Se  iniciaron acto seguido de su reapertura tras el cierre total con motivo del confinamiento por la pandemia y, a pesar de que después del verano parecía que la producción podía estabilizarse, la realidad está siendo muy distinta. La última ha sido esta misma semana, con la parada de los turnos de mañana y tarde de este viernes, que se extendienden también al lunes 14 y martes 15 de marzo.

Afectan a la Línea 2 de producción, la dedicada al Opel Corsa, el modelo estrella de la fábrica, y se suma a lo que ya adelantó HOY ARAGÓN a principio de marzo sobre la cancelación de la reapertura de la Línea 1. Asimismo, esta misma semana ha estado suspendido el turno de noche de la Línea 2. El motivo de toda esta situación, que se extiende a otras plantas de Stellantis, así como a otros fabricantes, es la compleja problemática de la falta de componentes.

Dadas las circunstancias, donde no se contempla una solución a corto plazo, ha supuesto que se suspendan parcialmente las contrataciones que estaban previstas de 600 operarios, que debían incorporarse a la fábrica este mismo mes de marzo. De los 600 empleos, 400 se han bloqueado, y la alternativa que ha tomado la dirección de la planta es flexibilizar las tareas de los trabajadores que ahora se encuentran en fábrica con la experanza de que en próximas semanas puedan abrirse total o parcialmente nuevas líneas de producción.

Sin embargo, parece poco probable, y la situación para que toma un nuevo rumbo, según ha informado el comité de empresa en un comunicado. En el mismo, incluso se valora como posible que algunos empleados deban acogerse al ERTE que se había negociado con la dirección. En otros casos, se puede hacer uso de días de vacaciones para optimizar el número de operarios.

Como noticia positiva, está que parece que la Línea 1, dedicada al Citroën C3 Aircross y al Opel Crossland X, trabajará con normalidad en los próximos días. También se prevé que el turno de noche en dicha Línea siga en activo.

El impacto que han tenido los severos parones en la planta de Figueruelas no son un caso aislado. De hecho, en la planta del Grupo Stellantis en Vigo la situación es bastante peor: toda la factoría está inactiva debido a la falta de microchips y no hay fecha prevista para que se retome la producción. Los sindicatos de la fábrica gallega, a diferencia de la zaragozana, han alertado de que, además de la falta de componentes, hay carencia de otras materias primas.

EL IMPACTO EN LAS EXPORTACIONES ARAGONESAS

Los nuevos parones en Figueruelas van a suponen con toda seguridad un freno a las exportaciones aragonesas, que se verán afectadas incluso en mayor medida que por la crisis de Ucrania. La fuerte dependencia de la Comunidad del sector de la automoción, que tradicionalmente lidera las ventas exteriores, ya se dejó notar en los datos del pasado mes de noviembre.

Entonces, debido fundamentalmente a la crisis de chips y los parones en el sector, las exportaciones aragonesas cayeron un 2,2%, en contraste con lo que sucedía en el conjunto de España, con un crecimiento del 22,6%. Los siguientes meses las ventas exteriores se recuperaron, pero este nuevo impacto puede suponer otra vez un frenazo en las mismas, en lo que es seguramente el principal problema al que se enfrenta Aragón en su recuperación.