El contexto energético es el que es: la guerra de Ucrania ha encarecido, y va a seguir haciéndolo, el precio del combustible, y las soluciones que el Estado está poniendo en marcha para aminorar los precios no dejan de ser «parches» como han indicado expertos en la materia. No hay duda de que el futuro pasa por las renovables: eólica y fotovoltaica y, en ese sentido, Aragón es una privilegiada.

A la obviedad de que tiene sol y viento se unen otros factores de relevancia: el territorio de la Comunidad es extensísimo y cuenta con zonas con una población reducida, lo que permite poner en marcha grandes instalaciones. Además, cuenta con una de las compañías energéticas más importantes de España, Forestalia, y otras grandes compañías energéticas han apostado con fuerza por Aragón, como por ejemplo Naturgy.

Pero existe un dilema: el impacto de las plantas eólicas y fotovoltaicas en el paisaje y la actividad del sector primario. Asimismo, también está en el debate hasta qué punto estas instalaciones pueden ser beneficiosas para el empleo en las zonas donde se implantan.

En ese sentido, las compañías están trabajando junto a las administraciones en busca de fórmulas que hagan viable esta convivencia y, en Aragón, se ha hecho público recientemente el reconocimiento de dos plantas que siguen esta línea y han sido considerados «Casos de Éxito» por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF).

Respecto a la integración ambiental de las plantas fotovoltaicas, la UNEF ha valorado aquellas instalaciones que mitigan la crisis de biodiversidad y han evolucionado hacia un modelo de desarrollo sostenible, lo que es «clave para el mantenimiento y refuerzo del apoyo y respaldo social de la opinión pública», destaca el informe.

Ahí destacan dos proyectos aragoneses: las plantas de Los Belos y El Muelle, ubicadas respectivamente en Muel y La Muela, las cuales están operadas por ODPE Energy. Comenzaron sus obras en 2019 y están operativas desde 2020.

PASTOREO DENTRO DE LAS PLANTAS

Se encuentran contiguas y han sido consideradas casos de éxito debido a medidas como la integración con el sector primario, permitiendo el pastoreo dentro de las plantas. Asimismo, han priorizado el empleo local en las plantas, con el fin de que sean un acicate para la población local.

Asimismo, se ha acondicionado la zona para las aves esteparias. Así, se han reconvertido antiguas áreas de cultivo de secano para transformarlas en ámbitos naturales esteparios. Con ello, se favorece el crecimiento de vegetación natural sin presión antrópica.

Por su parte, las plantas cuentan con un vallado permeable, el cual permite que la fauna pueda entrar en la planta energética, sin reducir su ecosistema. Por su parte, alrededor del vallado se ha construido una pantalla vegetal con especies autóctonas.

Todas estas medidas han servido para que las dos plantas zaragozanas se hayan situado, por parte de la Unión Española Fotovoltaica, entre los mejores ejemplos de buenas prácticas junto a otras 11 instalaciones, ubicadas en provincias como Cáceres, Murcia, Sevilla o Cádiz.