San Jorge Coffee Roasters es una pequeña empresa fundada en 2015 en la localidad zaragozana de El Burgo de Ebro, que había conseguido hacerse una incipiente cartera de clientes para sus cafés de especialidad en bares y restaurantes. La llegada de la pandemia dejó a cero sus pedidos. Lejos de amedrentarse, decidieron dar un giro de 180 grados a su negocio, lo que ha permitido que sus ventas hayan crecido el 400% solo en el último año y que hayan abierto un crowfunding para financiar su expansión.

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Dedicada al tostado y comercialización del café de especialidad, y volcados en el servicio a hostelería, San Jorge Coffee Roasters tenía, antes de la pandemia, una veintena de clientes fijos, que hacían que su negocio marchara.

De repente, «el 14 de marzo, se decretó el confinamiento y todos nuestros pedidos cayeron», ha explicado el CEO y maestro tostador Ezequiel Garcés, uno de los tres socios fundadores, junto a Miguel Garcés, responsable de la logística, y Eneko Alanaz, encargado del área comercial.

En una situación tan inesperada, tomaron una decisión audaz: «Decidimos dedicar todos nuestros recursos a crear contenido audiovisual», ha relatado Garcés, con vídeos emocionales que consiguieron llegar a una gran audiencia, muchos de los cuales acabaron convirtiéndose en sus clientes, tras reconfigurar su negocio hacia la entrega a domicilio.

En esta etapa, el mayor reto fue solventar la logística de los envíos, debido a los costes. La solución fue agruparlos en packs con distintas variedades, una idea que les ha permitido que el 90% de su facturación provenga de la venta online individual.

Este cambio de clientes ha hecho que sus productos lleguen a toda España y que hayan visto crecer sus ventas el 400% solo en el último año. Como consecuencia, seis años después de su fundación, han superado los 6.000 clientes en toda España y los 60.000 kilos de café tostados.

‘CROWFUNDING’

Tras comprobar que todo a su alrededor crecía excepto su capacidad productiva, estos emprendedores han llegado a la conclusión de que es el momento de ampliar sus instalaciones, para lo que han lanzado un crowfunding, bautizado ‘Tokens for warriors’, el pasado viernes, 30 de julio, a las 22.22 horas.

Se trata de un sistema de microfinanciación colectiva en el que, a partir de cien euros de inversión, cualquier persona puede formar parte del accionariado de la empresa, en concreto, a través de la ‘tokenización’, es decir, la adquisición de unas pseudomonedas gracias a las cuales se ofrecen beneficios a aquellos que decidan invertir en este proyecto.

Cada ‘tokenista’ se convierte en accionista de la empresa en proporción a las unidades adquiridas. Además, estos ‘tokens’ llevan asociadas ciertas ‘recompensas’, como «descuentos en la compra online, una taza con su nombre para cuando acudan a tomar café al tostadero o un árbol en el bosque que vamos a plantar para compensar nuestra huella de carbono», ha apuntado Garcés.

La respuesta del público les ha permitido recaudar más de 140.000 euros en tan solo 48 horas. El objetivo es alcanzar los 500.000 para trasladarse a una nave de 220 metros cuadrados y adquirir una tostadora más grande y una empaquetadora automática.

Cada vez más cerca de alcanzar su objetivo, quedan todavía 38 días por delante para cerrar las adhesiones. Por ahora, ya han recaudado 186.600 euros.

APUESTA POR EL MUNDO RURAL

Ezequiel Garcés ha precisado que su empresa nació con el objetivo de cambiar las reglas del juego que rigen en el mercado del café y, para eso, seleccionan modalidades con una puntuación de 85 sobre cien, y, además, se basan en el trato directo con los agricultores, abogando por un comercio justo y sin intermediarios. Con su postura, reivindican tanto el café de calidad, como la apuesta por el medio rural, que ha estado presente desde el primer momento.

Así, en el origen de este proyecto está el interés de Garcés, natural de la localidad zaragozana de Farasdués, de recuperar una torre o casa de campo familiar, que llevaba 50 años deshabitada en El Burgo de Ebro, junto a su primo Miguel Garcés.

Primero fue su hogar y poco después, la base de su negocio. «Me hubiera gustado emprender desde mi pueblo, pero sigo ligado al mundo rural», ha manifestado.

A su entender, su compañía es un buen ejemplo de las posibilidades de crear tejido empresarial fuera del ecosistema urbano, ya que, como ha subrayado, «todas las barreras se pueden solucionar a través de la tecnología».

Por eso, la ampliación de sus instalaciones solo va a alejarse 20 metros de su actual ubicación y mantendrán su sede social y la producción de su negocio en el mundo rural.

VIDEOCONSEJOS Y UN ‘REALITY SHOW’

Mientras la tostadora sigue creciendo, han abierto su propia cafetería, Justicia Coffee Shop, en el centro de Zaragoza, y comparten sus consejos en las redes, a través de vídeos en los que Ezquiel Garcés muestra los mejores trucos para lograr un café de primera clase desde casa.

Recurriendo a un elemento tan tradicional en los hogares españoles como es la cafetera moka o italiana, Garcés ofrece sus propios consejos, con los que atiende al «interés creciente por la cultura del café».

Además de estos vídeos formativos, siempre acompañados de grandes dosis de humor, cuentan con su propio ‘reality show’, un capítulo semanal en el que muestran el día a día del tostadero. «La idea partió de nuestro jefe de marca, Jano Cabello, que pensó que no debían perderse esas situaciones cotidianas, a veces muy divertidas, que vivimos», ha especificado Garcés.

Todo un modo de ser que convierte a esta pyme de diez trabajadores del medio rural aragonés en una empresa que, con su expansión a través del crowfunding, ha pasado de tres socios a casi 300.