La agencia internacional de calificación Standard and Poor’s, especializada en evaluar los niveles de riesgo en servicios financieros, ha revalidado la solvencia crediticia de Aragón con un rating BBB+ con perspectiva estable. Los buenos resultados acumulados de la liquidación presupuestaria de los dos últimos años, que han arrojado un equilibrio presupuestario, han sido determinantes en el resultado final de la evaluación, que confirma la estabilidad y la confianza en las finanzas aragonesas.

Este análisis, que se elabora cada año, permite conocer la salud financiera de la Comunidad de Aragón. Para este fin, S&P recaba los datos del Gobierno de Aragón, pero emplea un método propio que cristaliza en un informe que es una referencia obligada a para los inversores y las entidades crediticias, ha señalado el Ejecutivo regional en una nota de prensa.

Con esta calificación, la agencia internacional ha destacado la capacidad de Aragón a la hora de hacer frente a su deuda y la solvencia para cumplir con los pagos pendientes, lo que acrecienta la reputación y la confianza de la Comunidad. Una realidad que adquiere más relevancia al producirse en un momento de especial exigencia a causa de la concatenación de la crisis sanitaria y de la guerra de Ucrania.

DOS BUENOS EJERCICIOS PRESUPUESTARIOS

En la ratificación de la confianza de Aragón, S&P ha valorado de manera especial los resultados de la liquidación de los dos últimos ejercicios presupuestarios, ya que 2020 se cerró con 61 millones de superávit. Fue el primer año de la serie histórica, que refleja datos desde 2003, en que la Comunidad de Aragón cierra un ejercicio con superávit.

A su vez centra la atención en 2021 que finalizó con un déficit de 51 millones –datos aún provisionales–, que es una cifra concordante con un equilibrio presupuestario. Hay que recordar que, aunque el cierre provisional se produjo con un déficit del 0,2%, la tasa de referencia permitida se había fijado en el 1,1%, lo que confirma la buena gestión que se ha realizado de las cuentas públicas. Esta tendencia se confirma con dos presupuestos que han estado aprobados el primer día de enero de cada ejercicio y que se han cerrado agotando los periodos de gestión.

La agencia de calificación ha destacado asimismo la fortaleza de la economía de Aragón, no sólo de su sector público, como determinante de la calificación, ya que se ha acreditado durante la pandemia con una mayor resiliencia que la nacional, basada en la diversificación de la misma, en el comportamiento del sector industrial y en su competitividad exportadora. S&P ha resaltado asimismo que Aragón es la quinta comunidad autónoma con un mayor nivel de renta per cápita, situándose en el 112% del promedio nacional y por encima del promedio europeo.

De la misma manera ha puesto en valor las importantes aportaciones del Estado que se han recibido en estas anualidades. Cabe recordar, además, la participación en los PERTE, tal y como reconoció a su vez la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transición Digital, Nadia Calviño, en la Comisión General de las Comunidades Autónomas en el Senado, y la resolución de más de 55 convocatorias para acceder a fondos de la Unión Europea, que permiten hacer frente a las numerosas demandas sociales y económicas y trazar una recuperación económica sin disparar la deuda.

CONTROL DEL GASTO PÚBLICO

Precisamente esa razón de contención de la deuda está en la base de la amortización de manera anticipada y con fondos propios de 128 millones de la deuda del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para compensar el exceso de financiación del déficit que se produjo en 2020 y el superávit con que se cerró el ejercicio, cumpliendo con lo previsto en la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

Esta acción junto con la refinanciación de la deuda a largo plazo es otro componente del trabajo que se realiza en la comunidad para lograr unas finanzas sostenibles y que Standard and Poor’s ha tomado en consideración. La agencia de calificación ha puesto en valor además la clara atención a la gestión del gasto, ya que la nueva cultura del gasto que se aprobó en Aragón en 2020 persigue la sostenibilidad de las cuentas. Se trata de una sensibilidad política que muestra la preocupación por las finanzas públicas.

En definitiva, una serie de comportamientos y variables que ponen de manifiesto la resistencia de la economía y su creciente aspiración a apostar por el desarrollo económico a través de la logística y de la atracción de empresas, que es una apuesta de futuro en la que el Gobierno de Aragón está completamente involucrado, ha señalado.