La codiciada fábrica de baterías que varias autonomías quieren captar para sus territorios se le sigue resistiendo a Aragón, a pesar de que el Ejecutivo de Lambán lleva años prometiendo la instalación de una gran gigafactoría de la automoción del futuro. Sin embargo, de todas las opciones planteadas durante los últimos años, está vez parece que hay una opción que se está tocando con los dedos.

La intención de la multinacional Tata Motors, la compañía que tiene en propiedad las marcas Jaguar y Land Rover, es instalarse en España y aquí Zaragoza gana enteros. Pero todavía hay un pero en esta operación. El Reino Unido, de donde la compañía es oriunda, quiere que la factoría no salga de su territorio y para ello está empleando una negociación basada en incentivos, así lo aseguran fuentes de la compañía en conversación con este periódico.

En contra, Aragón quiere facilitar la instalación de esta empresa con todos los mecanismos jurídicos que tiene a su alcance, tanto para recortar los procedimientos administrativos como para facilitar el pago de impuestos. La pugna promete ser complicada porque, en este caso, Reino Unido tiene mejores condiciones para incentivar a la compañía por su mayor atractivo fiscal. Sin embargo, esto no es óbice para que Aragón tenga casi todas las opciones.

El presidente de Aragón, Javier Lambán, mostró recientemente su confianza en las negociaciones del Gobierno central para que el grupo indio Tata Motors se decante por Aragón en lugar de por Reino Unido para instalar su fábrica de baterías. Aquí yace la principal complicación: los incentivos británicos son muy potentes, e incluso el primer ministro, Rishi Sunak, es orihundo de India, al igual que el grupo inversor de Tata Motors. El Gobierno de España insiste, a pesar de ello, que Zaragoza cuenta con «muy buenas condiciones» para que el fabricante automovilístico indio Tata Motors construya su nueva fábrica de baterías en Europa. Está por ver si los atributos de Aragón son suficientes: su posición estratégica y un sector del automóvil muy arraigado en el territorio.

Cabe destacar, según aseguran fuentes del Ejecutivo de Lambán, que Aragón está negociando este proyecto desde finales de 2021 y que las conversaciones se multiplicaron sobre todo a lo largo de 2022. Es ahora cuando el Gobierno de España se ha involucrado y lidera la negociación para rivalizar de tú a tú con el gobierno de Reino Unido.