Hay que buscar motivos para la esperanza para el comercio minorista en este 2021 , después de unos datos que la pandemia ha dejado por los suelos. Lo refleja el último barómetro de la Fundación Basilio Paraíso de la Cámara de Comercio. Ya en el anterior, publicado en febrero, las previsiones eran negativas, y se confirman en este de marzo.


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En la encuesta, realizada analizando 169 empresas aragonesas, se revela que el impacto negativo del COVID-19 en su facturación de 2020 respecto a la del año anterior ha sido de, al menos, un 25%. De hecho, un 16,6% de las compañías han visto sus ventas reducidas más del 50%.

Respecto a la campaña de Navidad, el 64,5% afirma que el impacto ha sido, también, al menos de un 25%. Sin embargo, un 17,2% de las empresas encuestadas señala que han visto crecer su facturación en este periodo de compras.

De forma similar se ha comportado la campaña de Rebajas. Un 69,8% de las compañías ha registrado al menos un descenso del 25% frente al año anterior. Sólo han visto crecer su facturación un 11,8% de las empresas.

A estos datos se suma una cuestión crucial: casi siete de cada diez empresas encuestadas (68,6%) desempeña su actividad en un local arrendado. Recientemente se han multiplicado las voces que alertan sobre la necesidad de reducir el precio de los alquileres de locales para evitar el cierre de negocios.