Los zaragozanos que tienen en los municipios turísticos de la Costa Dorada su lugar de vacaciones seguro que lo celebrarán. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha confirmado que el Gobierno no prorrogará las concesiones en los tramos Zaragoza – El Vendrell de la autopista AP-2, así como el tramo Tarragona – La Junquera, de la AP-7, que en ambos casos vencen en agosto.


Publicidad


Esto significa que, a partir de septiembre de 2021, viajar por la autopista desde Zaragoza a localidades como Salou, Calafell o Sitges será gratuito, después de que los peajes hayan visto incrementado su precio año tras año. En la actualidad, el tramo entre Zaragoza y El Vendrell (salida para acceder a zonas como Calafell o Comarruga) tiene un coste de 24,85 euros para turismos.

Esta medida, además, cumple por fin la vieja reivindicación de unir por vía rápida de manera gratuita las dos mayores ciudades españolas, Madrid y Barcelona. Se calcula que con la medida anunciada en torno a 13 millones de vehículos dejarán de pagar en torno a 500 millones de euros cada año.

El cambio supone, no obstante, algunas cuestiones que tendrán que ser valoradas. En primer lugar, la liberalización de la AP-2 supondrá previsiblemente reducir en gran medida el tránsito sin desdoblar de la N-II, utilizado habitualmente por vehículos pesados.

Este tramo se cobró, sólo el año pasado, cinco vidas y en el último lustro se supera la veintena. Con esta liberalización se cumplirá en parte la demanda de los pueblos de la ribera baja del Ebro, que llevan años denunciando la alta siniestralidad de la carretera y exigiendo su desdoblamiento.

Sin embargo, estos camiones podrán ahora circular por la actual AP-2 sin coste alguno, por lo que el volumen de tráfico aumentará considerablemente. Otra cuestión a dilucidar es la financiación del mantenimiento de estas vías, que pasará a ser de competencia pública.

En el ámbito de la logística, la decisión suma un nuevo espaldarazo para el nodo que supone Zaragoza, que mejora su conexión con el nordeste de la península y permitirá la conexión sin peajes hasta la frontera francesa.