El proyecto Circular Biocarbon, desarrollado por Urbaser y Socamex, y aprobado por Bruselas, implantará en Zaragoza la primera biorrefinería de residuos sólidos urbanos y lodos de depuradora de Europa. En la iniciativa participan un total de 11 socios pertenecientes a 5 países europeos: España, Italia, Dinamarca, Francia y Alemania.


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Este megaproyecto contará con un presupuesto global, según indican en Urbaser, de 23 millones de euros y la instalación se llevará a cabo en el centro I+D+i «Alfonso Maíllo», en el Complejo para Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (CTRUZ), para lo que han contado con la colaboración del Ayuntamiento de la capital aragonesa.

Así, Zaragoza se reafirma como una ciudad comprometida con la economía circular y el reciclaje. Actualmente, ya destaca en la cantidad de basura que reciclan los ciudadanos, superior a la media europea.

La planta, única en Europa, permitirá optimizar tanto residuos orgánicos como de lodos de depuradora, dando como resultado la generación de fertilizantes de gran calidad o productos basados en biogás o bioplásticos. Con este tipo de biorrefinería, la industria es capaz de hacer un procesado eficiente de la biomasa (baja huella ambiental, uso de fuentes renovables, y materia prima no útil para otros usos, como alimentaria), dando como resultado muchos productos de interés, apuntan desde la compañía.

Esto incide directamente en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 12, donde se especifica el compromiso con la producción y consumo responsable. Dicho de otro modo, hacer más y mejor por menos. Las iniciativas de economía circular tienen mucho que aportar: hacer más y mejor por menos, y además poder darle una segunda, tercera, cuarta vida a nuestros residuos.

Una aliada de la economía circular es la energía limpia y renovable. La biomasa está ganando más adeptos pues, además de generar electricidad, calor o biocombustibles, produce también materiales aptos para la industria alimentaria, farmacéutica o textil, entre otras.