El pasado miércoles por la tarde una patrulla de motoristas de la Guardia Civil de tráfico del Destacamento de Calatayud daba el alto al conductor de un camión de gran tonelaje en el kilómetro 202 de la A-2 dirección Francia al ver que circulaba de manera irregular.


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Dicho transportista iba, según testigos presenciales, “dando bandazos y poniendo en peligro su seguridad y la de otros conductores”. Los agentes identificaron a este camionero profesional, natural de Huesca, y le solicitaron que se sometiese a una prueba de alcoholemia.

El conductor, que en un principio se mostró altivo y desafiante con los agentes, acabo accediendo y arrojó una tasa de 0,81 miligramos de alcohol por litro de aire espirado cuando el límite legal para conductores profesionales es de 0,15 mg/l. Una tasa cinco vez más de la permitida.

Los guardias de tráfico detuvieron al camionero por un delito contra la seguridad vial por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas. En el momento de la detención volvió a expresar su disconformidad pero acabó reconociendo los hechos.

El camión que conducía, de más de 18 toneladas de peso y que, al parecer, iba cargado de envases de plástico, fue inmovilizado.


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Su conductor ya ha sido puesto en libertad con cargos y será citado por el juzgado para un juicio ordinario ya que durante el estado de alarma no se están realizando juicios rápidos.