La Guardia Civil destruyó 139 artefactos explosivos de la Guerra Civil, entre ellos cuatro bombas de aviación y varias granadas, en 94 incidencias atendidas el pasado año en la provincia de Teruel, 18 más que durante el año 2017.

El arsenal de artefactos encontrados incluye cuatro bombas de aviación de entre 2 y 50 kilos, 54 proyectiles de artillería entre 65 milímetros y 155 milímetros de calibre, 21 granadas de mano y 19 granadas de mortero, además de 18 kilos de dinamita.


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Los efectivos encargados de atender estas incidencias han sido el Equipo de Búsqueda y Localización de Explosivos (EBYL) de la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel junto con el GEDEX de la Comandancia de Zaragoza.

La Guardia Civil destaca la incidencia atendida el pasado 17 de febrero, cuando agentes de la Guardia Civil especializados en la desactivación de explosivos destruyeron seis proyectiles de artillería en Bueña (Teruel). El calibre de uno de los proyectiles era de 149 milímetros y los demás de 114 milímetros.

En el comunicado recuerdan la «extrema peligrosidad de estos artefactos», que pueden estar en estado «latente» si no se les somete a ninguna acción pero que, en caso de cualquier manipulación, por pequeña que sea, el «resultado más probable es la explosión».


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En muchas ocasiones existe un exceso de confianza debido al aspecto deteriorado del artefacto por la acción del óxido y el paso del tiempo.

Por todo ello, recuerdan que en caso de encontrar un objeto no hay que tocar, mover ni alterar en modo alguno el objeto. Conviene señalizar el lugar para poder reconocerlo posteriormente y dar a viso a la Guardia Civil para que active los medios pertinentes.

En el caso de que alguna persona tenga en su domicilio algún objeto que considere peligroso, hay que avisar también a los agentes, que consideran estas incidencias prioritarias, y los particulares «no deben temer ningún tipo de sanción».