Riesgo de aludes, bajas temperaturas y rachas de viento fuertes. A pesar de las recomendaciones meteorológicas y la prudencia que siempre piden los equipos de rescate de montaña de la Guardia Civil, hubo quien no hizo caso.


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En tan solo 24 horas se notificaron cuatro rescates complejos y bajo un clima muy adverso. El primero de ellos, un hombre de 62 años que tuvo que ser evacuado tras encontrarse mal. Sucedió en la Fuente de Tamara, en el término municipal de Bierge.

Una ruta de 10 kilómetros con un desnivel de 300 metros. en principio accesible, pero con la climatología en contra, la cosa puede complicarse. Dos horas después, otro aviso. Esta vez en la peña Foradada, una montaña de 2.300 metros en la cabecera del Valle de Tena, sobre la localidad de Sallent de Gállego. Una persona avisaba tras producirse un esguince en el tobillo. Esta vez una mujer de 60 años, también algo fortuito producido en la inmediaciones de la localidad de Loporzano.

BLOQUEADOS POR LA NIEVE

El rescate más llamativo tuvo lugar ese mismo día, a las seis y media de la tarde. Las temperaturas habían descendido más y la ventisca era más virulenta. La Guardia Civil recibía un aviso alertando acerca de dos vehículos todo terreno. Se habían quedado bloqueados en un camino a causa de la nieve cuando se encontraban en las cercanías del Pico Puertos, en Sabiñánigo.

El equipo del GREIM de Jaca tuvo que continuar a pie durante un tramo al no poder avanzar más con su vehículo adaptado a estas situaciones extremas, a pesar de estar preparado para ello. En un momento dado, tres hombres, dentro de dos vehículos inmovilizados, y sin posibilidad de moverse.

Estas tres personas rescatadas en medio de la ventisca fueron acompañas hasta el lugar donde estaba estacionado el vehículo policial. Recorrieron andando varios metros entre el frío, el hielo y la nieve y de noche. A las doce y media, cinco horas después del aviso, pudieron ser trasladados a sus domicilios. Los implicados, dos vecinos de Zaragoza de 41 y 42 años y un vecino de Huesca de 51 años, resultaron ilesos.

La jornada acabó diez horas después, con un nuevo rescate, esta vez un escalador que había sufrido una caída cuando se encontraba escalando en la zona de la pared de la Colegiata de Alquezar. Tuvo que ser evacuado en helicóptero, tras acceder éste al lugar con dificultad debido al fuerte viento que había en la zona. Fractura de tobillo, y contusiones en hombro y cabeza. Un mal menor al que podía haber sido tras escalar un día en el que se estaban dando fuertes rachas de viento. Cayó desde una altura de seis metros. De hecho, la Guardia Civil tuvo que pedir el apoyo de un vehículo especial al no poder trasladar al herido en grúa con el helicóptero por el viento.

Esta información que ha trasladado la Guardia Civil a través de su oficina de comunicación de Huesca viene acompañado de una serie de recomendaciones que todos deberíamos atender. «Debido a las últimas nevadas caídas en el norte de la provincia y las bajas temperaturas, existen lugares donde se ha acumulado gran cantidad de nieve lo que puede suponer un riesgo de aludes, por lo que se recomienda que antes de iniciar una actividad en montaña se informen del riesgo, así como de la previsión meteorológica«, explican en la nota.

Además avisan, recordando el rescate de las personas que quedaban atrapadas en sus vehículos, que hay que informarse de los accesos a determinadas zonas en vehículo por medio de caminos o pistas forestales pueden verse afectados por la nieve o el hielo. Recomiendan posponer la actividad.


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No hay que olvidar, añaden, llevar siempre el teléfono móvil cargado al máximo, llevando incluso batería auxiliar, agua, comida y ropa de abrigo. «Si se decide renunciar a la actividad, la montaña siempre seguirá estando ahí para cuando las condiciones sean más adecuadas», sentencian desde Guardia Civil.