Los bomberos de Zaragoza han intervenido in extremis en la Basílica del Pilar por la caída de varios cascotes de una de las torres, la que está en la calle Milagro de Calanda con el paseo Echegaray. Aunque no se han producido daños significativos en la fachada y en la estructura, según explican fuentes municipales, se ha realizado una inspección y no hay riesgos de más desprendimientos. Los hechos ocurrieron durante el día de ayer, lunes, a las 16.00 horas.


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La zona se acordonó rapidamente por la Policía Local y los bomberos pudieron establecer todo el operativo para inspeccionar la torre de la Basílica. Con una autoescala automática de 30 metros y dos unidades de mando y comunicación, se comprobó que se había desprendido una moldadura ligera de hormigón. Según fuentes del ayuntamiento, lo que se ha desprendido es un revestimiento exterior que se utiliza para tapar las juntas, en concreto, el revoco de una de las molduras.