El pasado día 31 de enero, la Guardia Civil detuvo en una operación contra el yihadismo en España, a un presunto yihadista marroquí, de 25 años, por incurrir en delitos de adoctrinamiento o adiestramiento terrorista y de enaltecimiento del terrorismo.

Pocos días después, ingresó en prisión provisional y sin fianza, por orden del juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional, a petición de la Fiscalía tras interrogar al detenido.


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Según informó el Ministerio del Interior a raíz de su arresto, este joven marroquí comenzó en 2013 su proceso de radicalización consumiendo y difundiendo propaganda yihadista de contenido violento, aunque no se ha detectado que mantuviera contacto con círculos radicales en Zaragoza.

Concretamente, según se acredita en la información que obra en poder de la Guardia Civil, el detenido promovió en redes sociales recuperar el Palacio de la Aljafería, antigua mezquita y centro cultural de la taifa de Saraqusta (Zaragoza), para el Estado Islámico (ISIS).

En el año 2013, difundió una imagen en redes sociales del palacio zaragozano junto la bandera del Estado Islámico.

ESPAÑA: INVADIDA POR INFIELES

Desde la expansión militar del Estado Islámico por Siria e Irak, se intensificó a su vez una campaña de adhesión al grupo yihadista en Occidente para reclamar los territorios que pertenecían, hace 500 años, al Islam.

Vídeos, imágenes, mensajes y fotomontajes de radicales circulan por la red con constantes referencias a España y Al Andalus (la práctica totalidad de la Península Ibérica) para recordar una premisa clara entre los yihadistas: España es una tierra del Islam invadida por infieles.

En relación al detenido, según las mismas fuentes policiales, había intensificado su acceso a foros yihadistas donde se distribuyen manuales para la confección de explosivos, uso de armas y comunicaciones, lo que incrementó su peligrosidad para la seguridad pública, lo que llevó a su detención.

El yihadista, ocultado bajo una sudadera, en el momento de la detención / Guardia Civil

A través de varios perfiles en redes sociales se había vinculado expresamente al Daesh y protegía los mismos ocultando tanto la ubicación del usuario como los contenidos y contactos.

La investigación ha permitido determinar que se dedicaba, de manera exhaustiva, a apoyar el “califato virtual” que Daesh quiere implementar tras la pérdida de sus bastiones en Siria e Iraq, aunque su inclinación a favor de grupos extremistas es anterior a Daesh.


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El detenido accedía a las diversas plataformas “online” a través de un ordenador y también empleaba aplicaciones específicas en dispositivos móviles, como es el caso de Amaq News.