El Juzgado de lo Penal nº 2 de Huesca ha dado un plazo de quince días al empresario minero leonés Victorino Alonso para el pago de la indemnización de 25,5 millones de euros a la que fue condenado como responsable de la destrucción del yacimiento prehistórico de la Cueva de Chaves.

La decisión del responsable judicial se produce inmediatamente después de conocerse la sentencia de la Audiencia de Huesca que rebajó de 2 años y 6 meses a dos años la pena de prisión impuesta al empresario, pero que mantuvo el resto de consideraciones hechas por el titular del juzgado de lo penal.

En su auto el juez acuerda mantener el embargo establecido sobre la pensión de jubilación percibida por Victorino Alonso y su ingreso en la cuenta bancaria del órgano judicial.


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Además, el responsable judicial requiere a la sociedad Fimbas, gestora del coto de caza donde se ubicaba el yacimiento, para que se persone en el procedimiento de ejecución de la sentencia como responsable civil subsidiario en el pago de la indemnización acordada.

La representación legal del empresario solicitó hace unos días la suspensión del procedimiento de ejecución de la sentencia a la Audiencia de Huesca, que remitió a su vez al equipo jurídico al juzgado de lo penal que enjuició el caso como responsable directo de este proceso.

Contra el auto de inicio del procedimiento de ejecución cabe la posibilidad de interposición de un recurso de reforma, posibilidad que los letrados de las acusaciones particulares en nombre de Ecologistas en Acción y de la asociación Acción para la Protección del Patrimonio Aragonés (Apudepa) dan como «segura».

LOS BIENES DEL EMPRESARIO

Según informan fuentes judiciales, el responsable del tribunal juzgador ha iniciado un proceso de investigación para tratar de determinar los bienes de los que podría disponer el empresario, que se declaró insolvente al ser condenado.

Victorino Alonso fue condenado por el Juzgado de lo Penal nº 1 de Huesca en noviembre de 2016 como responsable directo de la destrucción del yacimiento arqueológico de Chaves, uno de los más importantes del neolítico español y europeo, sentencia que fue confirmada un año después por la Audiencia oscense.

Ambos tribunales consideraron, en atención a la opinión de los peritos, que el enclave de Chaves y otros situados en su entorno, de interés para el arte rupestre, estaban declarados de interés cultural, además de estar considerados en su conjunto patrimonio mundial de la Unesco.

Según estos peritos, recogía la Audiencia de Huesca en su resolución, «el yacimiento era irrepetible e irreemplazable, y el daño es irreparable e irrecuperable».

Una de estas peritos, destacan los magistrados, se sirvió del símil «el haber destruido la Cueva de Chaves significa a nivel neolítico haber destruido Barcelona«, para resaltar la importancia del yacimiento para los investigadores.