No habrá representación de la familia en el juicio contra Rubén C. R. por la muerte de la joven nicaragüense Katia Carolina Altamirano, ocurrido el pasado 23 de mayo de 2021. «No tenemos dinero ni medios para poder viajar a España y les pido que nos informen de lo sucedido, por favor», explicaba Zaida, la hermana de Katia, a HOY ARAGÓN.

Un año después, se juzgará este espeluznante caso en el que presuntamente la joven Katia perdía la vida tras recibir 46 puñaladas de su ex pareja, Rubén. «Nunca supimos de la existencia de este señor», insiste hoy Zaida, la hermana de Katia, desde Chinandega, en la empobrecida colonia Gracsa, en Nicaragua.

Zaida habla desde la vivienda en la que vive con su madre. «Tiene 75 años y la salud muy delicada, más desde que mataron a mi hermana«, reconoce Zaida. La muerte de Katia ha dejado también un niño de 13 años huérfano de madre. «El papá lo abandonó y era Katia quien se ocupaba de mandarnos dinero para atenderle. Ahora está afectado psicológicamente. Nos dice ¿Por qué no está mi mamá?¿Por qué la han matado?«, relata.

El juicio, en el que el Gobierno de Aragón participará como acusación, está a punto de celebrarse. En la sala no veremos a la familia directa de Katia. Su hermana lleva, explica, un año pidiendo que se entregue a la familia las pertenencias de su hermana. «Llevamos un año desde la muerte de Katia y, salvo su cuerpo que pudimos enterrar, no hemos recibido nada más de Katia«, denuncia.

TRES MALETAS Y DOS BOLSOS

El cuerpo de Katia está enterrado y descansa en el cementerio de Nuevo Portal de la Luz, en la localidad natal de gran parte de su familia. Pero nada sabe su familia de sus pertenencias, de sus objetos personales, algunos de los cuales solicita su madre para guardar y poder recordar. 

«Una familiar que reside en Zaragoza nos dijo que no lo habían entregado pero no acabamos de creérnoslo», explica Zaida. Según dice la hermana de Katia, dos bolsos y tres maletas con gran parte de la vida de Katia desde que llegó a España en busca de una vida mejor y para poder ayudar a su familia con parte del dinero que ganaba en los trabajos que iba encontrando.

«En un año no hemos recuperado absolutamente nada de mi hermana y no hemos sabido nada del caso», insiste Zaida desde Nicaragua. Información y justicia; es lo que pide la humilde familia de Katia desde Nicaragua. Seguirán el juicio a más de 8.000 kilómetros de distancia informados por los medios que vamos a seguir de cerca la sesión y el testimonio del principal sospechoso, para el que fiscalía pide 23 años de cárcel. «Que pague por lo que hizo, por quitarme una hermana, una madre para mi sobrino y una hija para mi madre que lo está pasando muy mal. No sabe usted bien lo que es vivir una situación como ésta sin saber nada. Lo que está claro es que ya no volveremos a ver nunca a mi hermana con vida», sentencia Zaida.