Sucedió en la madrugada del pasado 21 de agosto. A las once de la noche del día anterior, Marco Antonio y Juan Carlos tomaban copas en un bar de la calle Domingo Manjón, en Zaragoza. Juan Carlos, un joven nicaragüense afincado en Zaragoza se acercó, según declararon ambos después, a hablar con Marco Antonio, conocido por su oficio de peluquero. Ambos hablaron, se hicieron algún ‘selfie’ juntos y, según declaró Marco Antonio, Juan Carlos le pidió consejo como peluquero. Hasta ahí todo normal. De hecho, los testigos hablan de un «ambiente muy cordial» entre ambos.


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A las cuatro de la madrugada deciden ir juntos a «acabar la noche» a casa de Marco Antonio, el peluquero, en la calle San Antonio Abad. Aquí las versiones de ambos cambian radicalmente. Ambos acababan de declarar ante el juez y van por caminos muy diferentes.

Marco Antonio no recuerda mucho de ese encuentro. Según su declaración, tomaron una cerveza juntos y no recuerda nada más. Mientras, su presunto agresor, Juan Carlos, explica que Marco Antonio le dijo que iban a llegar dos chicas y que esperase. Según información a la que ha podido tener acceso HOY ARAGÓN, explicó en su declaración tras ser detenido, que Marco Antonio le había amenazado con «no salir de allí». Añade que le drogó e intentó abusar de él sexualmente, motivo por el cuál presuntamente le asestó un total de 20 puñaladas mientras dormía en su cama.

NO PUDO DEFENDERSE

Según fuentes cercanas al caso, los informes forenses apuntan a que la víctima, el peluquero Marco Antonio, no tuvo opción de defenderse y fue atacado de manera sorpresiva. 


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Sin embargo, en su declaración, el presunto agresor explicó a la Policía Nacional y al juez que acabó en el dormitorio de la víctima, quien se le insinuó sexualmente. Tras poner excusas,  «dejó que se durmiera y cuando pensó que ya estaba dormido, quiso levantarse para marcharse pero el otro hombre se levantó y lo empujó contra la cama sujetándolo con las manos por el pecho». 

Añadió que no se podía mover, que Marco Antonio «tiene muchísima fuerza». Sigue en su relato diciendo que al ver todo perdido, y tras haberse hecho con un cuchillo al estar antes de acostarse en la cocina, lo sacó y empezó a apuñarlo. tirándole a la espalda». 

La víctima, dicen los informes del caso, nunca pudo esperar un ataque de esa agresividad. Más de 20 puñaladas con un cuchillo de 25 centímetros, de hoja curva y filo único, un arma que los investigadores definen como peligrosa y que el agresor cogió, según explicó, al sentir miedo por su vida. Marco Antonio pudo, según declara, zafarse y huir con su teléfono móvil para pedir ayuda.

Juan Carlos está acusado de un delito de tentativa de homicidio y mantiene su acusación hacía el hombre al que apuñaló, Marco Antonio, por dos delitos de retención ilegal y abuso sexual. Dos declaraciones contrapuestas y varias dudas en el momento del apuñalamiento. Le atacó por sorpresa o para defenderse tras intentar la víctima retenerle.  


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Tomaron copas juntos horas antes y nadie esperaba que esa «charla tan cordial» fuese a acabar casi en tragedia.