Un hombre ha sido detenido en la capital aragonesa como presunto autor del homicidio de otro hombre con el que convivía, según han informado fuentes de la Jefatura Superior de Policía en Aragón, en un domicilio del barrio del Arrabal, en el entorno del parque Tío Jorge. La Policía se personó en el domicilio y, una vez, pudo entrar en el mismo encontró a un hombre sin vida, compañero de piso del primero.

El Grupo de Homicidios investiga los hechos, y el juzgado encargado del caso ha decretado el secreto de las diligencias. Los agentes de la Policía entraron en la vivienda y se encontraron de bruces con el cadáver de José Antonio R. R., el compañero de piso del hombre que avisó a la Policía. El cuerpo sin vida fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) y presentaba numerosas puñaladas asestadas salvajemente. El supuesto autor y conviviente del fallecido fue ingresado en Psiquiatría del hospital Miguel Servet. La Policía no pudo tomarle declaración en ese instante debido a que no dejaba de gritar, patalear y se encontraba excesivamente nervioso. Está acusado por un delito de asesinato, según las diligencias abiertas.

LOS VECINOS NO DAN CRÉDITO

Los vecinos del bloque donde vivían estos dos vecinos del Arrabal no daban crédito a lo sucedido. Se rumoreaba que pudieran ser pareja pero se comprobó, con el tiempo, que eran amigos y convivientes. El fallecido, José Antonio R.R, que ejercía de trabajador de FCC en el servicio de recogida de basura, y el presunto autor del asesinato, eran dos hombres que pasaban desapercibidos en el bloque de viviendas y nunca habían generado ningún conflicto vecinal. Por parte del presunto asesino, Enrique S. B., de unos 55 años, llevaba diez años sin trabajar y se cree que se debe a una posible invalidez mental. De hecho, esta tesis cobra fuerza para explicar el suceso por parte de la Policía.

En el momento de entrar en la vivienda, la Policía no pudo hacer nada por la víctima. Su cuerpo estaba en el suelo en un gran reguero de sangre. Según fuentes policiales, pudo ser golpeado previamente con un objeto e incluso pudo ser rajado con un cuchillo después de matarlo.