Todo sucedió en el zaragozano barrio de Miralbueno en torno a las 23:30 de la noche. Un matrimonio estaba viendo la televisión cuando ella notó que su marido no se encontraba bien. Llamó al 061 y explicó bajo una gran presión y muy nerviosa que posiblemente su pareja estaba sufriendo un infarto.


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Los que más cerca se encontraban eran un Inspector y un Oficial de Policía, que alertados por la sala del 091, llegaron a la zona en menos de 5 minutos.

Cada minuto supone la diferencia entre morir o seguir vivo. «Cuando llegamos nos encontramos a la mujer en estado de shock, gritando que su marido se moría, que estaba sufriendo un infarto«, explica uno de los agentes.

«Retiramos los muebles, lo tumbamos en el suelo y empezamos casi sin hablar las maniobras de reanimación cardiopulmonar poniéndolo semisentado en el sofa«, recuerdan estos policías.

Pidieron apoyo medicalizado y mientras estuvieron durante quince minutos intentando reanimar al vecino, que recuperaba el pulso, pero inmediatamente después volvía a entrar en parada cardiorespiratoria.

«No le dejamos solo en ningún momento hasta que llegó la UVI de Bomberos y seguimos ayudando a recuperarlo con ellos«, relatan los agentes. Una vez estabilizado, tras cinco descargas desfibriladoras en el salón de la vivienda y 45 minutos de reanimación, bajaron a pulso al paciente por las escaleras de la vivienda. «Vinieron dos compañeros más y junto a ellos y los sanitarios lo bajamos con el mayor cuidado posible porque corría peligro de irse de nuevo«, argumentan.

POLICÍAS, TAMBIÉN DE MATRONAS

Finalmente, el vecino de Miralbueno fue trasladado al Hospital Universitario Miguel Servet, dejándole en manos del equipo de hemodinámica de guardia y, posteriormente redirigido a la Clínica Viamed Montecanal donde se encuentra recuperándose.


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La suerte que tuvo este vecino fue que uno de los policías que llegó a su casa tiene el título de Instructor Nacional de Soporte Vital Básico y Reanimación Cardiopulmonar. «Siempre crees que  vas a poder ayudar en algún momento y cuando pasa, ni lo piensas, simplemente actúas», explica este Policía Nacional.

No ha sido la única intervención policial fuera de lo habitual en Zaragoza durante las últimas semanas. Hace unos días otra patrulla policial tuvo que asistir un parto de una mujer que rompió aguas en su domicilio y no dio tiempo a trasladarla al hospital.