El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha lamentado que los dos concejales de VOX se levantaran este martes de la Comisión por el Futuro de Zaragoza, pero no ve peligrar su mandato a pesar de que esos dos votos fueron determinantes para auparle a la alcaldía.


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En declaraciones a los medios, Azcón ha subrayado que VOX ha tomado esa misma decisión -que la formación derechista escuda en su rechazo a los acuerdos de PSOE y Podemos con Bildu– en otros lugares de España, que también se levantó de las Mesas para la Recuperación Social y Económica de Aragón tras la pandemia del COVID-19, al igual que han hecho otros partidos políticos en diferentes instituciones.

Ha considerado que «no es una buena idea» y que se suma más trabajando en una comisión que levantándose de la mesa, pero ha destacado que todos los partidos políticos y los agentes sociales participantes en la Comisión del Futuro –CEOE, Cepyme, UGT, CCOO, Federación de Asociaciones de Barrio de Zaragoza y Unión Vecinal Cesaraugusta– han manifestado su voluntad de aportar.

Así, se ha mostrado convencido de que la comisión culminará con acuerdo y, lo más importante, con medidas para el futuro de la ciudad, fundamentalmente las relacionadas con la seguridad y la salud de los zaragozanos.


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El alcalde ha reiterado que continúan 29 de los 31 concejales en la comisión y que las conclusiones serán consensuadas, no impuestas por los grupos de izquierdas (que suman mayoría con la ausencia de Vox) ni por el Gobierno PP-Cs, sin perjuicio de que tanto unos como otros puedan seguir proponiendo sus medidas.

Por otro lado, ante las declaraciones de Podemos-Equo, que insta a Azcón a plantearse su dimisión tras la pérdida del apoyo de VOX, el primer edil ha apuntado que la formación morada «no se caracteriza por la coherencia» y ha criticado que no le exijan también la dimisión al presidente del Gobierno por perder el respaldo de ERC.

Hablar de una crisis en el Gobierno de la ciudad es «no ver la realidad de lo que está pasando», ha insistido, y ha afirmado que Podemos se ha especializado en «decir una cosa y hacer la contraria», se ha convertido en «la casta» en las administraciones y en «la defensa del sillón por encima de todo».