El Ayuntamiento de Calatayud tomará medidas para ayudar a la hostelería en la época post-COVID, y por ello ha concedido de forma provisional la ampliación de la superficie dedicada a las terrazas de bares y restaurantes de la ciudad.
Los establecimientos deberán respetar la distancia indicada de dos metros entre veladores, garantizar las medidas de seguridad y prevención en la prestación del servicio y respetar la distancia con mobiliario urbano y para el paso de viandantes.
El Plan para la Transición hacia la «nueva normalidad» del Gobierno de España otorga la posibilidad de que los ayuntamientos autoricen el incremento de superficie destinada a terrazas al aire libre, para incrementar el número de mesas permitidas.
Se respetará, en todo caso, la proporción del 50% entre mesas y superficie disponible en la hostelería de Calatayud. El Área de Turismo ha mantenido reuniones con la Asociación de Cafés y Bares y los establecimientos hosteleros de la ciudad para conocer sus necesidades de ampliación.
Tras ello se ha solicitado la correspondiente inspección urbanística de las solicitudes presentadas. «Seguimos trabajando en más mejoras que facilite el trabajo del sector en un momento complicado», explica el concejal, Jorge Lázaro.
El Ayuntamiento de Calatayud también ha establecido el horario de cierre de terrazas y veladores a las 23 horas de lunes a jueves y a las 00 horas de viernes a domingo, mientras se alargue la declaración del estado de alarma.
SIN SAN ROQUE 2020
El Ayuntamiento de Calatayud tras reunirse con representantes de las peñas sanroqueras, la Cofradía y la Federación de Interpeñas ha anunciado la suspensión de las fiestas.
El pasado miércoles se celebró un primer encuentro para valorar la situación. Tras varias conversaciones con las peñas y dado el anuncio del Gobierno de Aragón, que cancela todas las celebraciones populares en la comunidad hasta el 1 de septiembre, se ha acordado la suspensión.
Las fiestas en honor a San Roque, declaradas de Interés Turístico Regional, se celebran cada 16 de agosto en la ciudad de Calatayud.
Se trata de un evento multitudinario marcado en el calendario tanto para bilbilitanos como visitantes, constituyendo uno de los momentos de mayor turismo del año.