El Gobierno de España estudia acelerar la desescalada en municipios del mundo rural de menos de 10.000 habitantes donde «tiene poco sentido» mantener las mismas restricciones que en las grandes ciudades.


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«Hay un compromiso del presidente del Gobierno con los presidentes de las comunidades autónomas de buscar espacios donde se vaya más deprisa, con todas las cautelas del mundo. (…) Tiene poco sentido mantener las mismas limitaciones de las grandes urbes en municipios de menos de 10.000 habitantes«, ha destacado la vicepresidenta cuarta del Gobierno, Teresa Ribera.

Ribera, encargada de la elaboración del Plan para la transición hacia una nueva normalidad, ha subrayado este jueves en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico que la crisis del coronavirus ha demostrado la resiliencia del ámbito rural y que el Ejecutivo quiere impulsar medidas más flexibles en pueblos pequeños.

La también ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha incidido en que el nivel de inmunidad de la población es limitado, lo que requiere ser «extraordinariamente cautos» en la desescalada, que ha de hacerse «poco a poco» a lo largo de las semanas y los meses.

REBROTES EN LA DESESCALADA

La vicepresidenta cuarta ha incidido en que ha sido «extremadamente difícil y doloroso» doblegar la curva» y ha advertido de que se pueden producir rebrotes durante la desescalada, lo que requerirá actuar «de inmediato y de manera concertada».

Aunque confía en una buena evolución, Ribera ha afirmado que hay que estar preparados para el supuesto de un rebrote de la epidemia, lo que podría suponer dar marcha atrás en la desescalada. En ese difícil equilibrio entre luchar contra el virus y recuperar la economía, es imprescindible «que no se produzcan rebrotes no gestionables de un territorio a otro».


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Ribera ha incidido en que la autoprotección y las medidas de higiene siguen siendo esenciales para impedir que los ciudadanos se conviertan sin quererlo en vectores de transmisión.

El plan de desescalada es «orientador», ha dicho, se basa en tres principios que son la prudencia y la seguridad sanitaria, la gradualidad para evitar un rebrote fuera de control y la cogobernanza.

Según Ribera, se han incluido entre el 85 y el 90% de las aportaciones hechas por las comunidades autónomas, si bien ha reconocido que no siempre ha existido acuerdo con los gobiernos autonómicos a la hora de determinar el avance o no de la fase 0.

La vicepresidenta ha defendido que la salida de esta crisis requerirá repensar la movilidad y los modelos de ciudad y en ella la lucha del cambio climático y el valor de lo público deberán estar muy presentes.