Hace un mes saltó la alerta. El caudal del río Ebro se encontraba en mínimos históricos. Una imagen que contrasta con la enseñanza en todas las escuelas: el Ebro es el río más caudaloso de España. Ahora, las imágenes muestran una realidad muy distinta. El Ebro, a su paso por Zaragoza, registraba un caudal de 35 metros cúbicos por segundo.

El río Ebro a su paso por Zaragoza, ayer por la tarde – Meteo Aragón

Un dato muy por debajo de la media registrada en 1998, de 190 metros cúbicos por segundo. Y también por debajo de la cifra más baja de la serie, una cifra de 65 metros cúbicos por segundo. Las imágenes acaecidas este fin de semana nos traen a la mente una sequía muy cercana, la de 2012, la sequía más pronunciada en 318 años según reveló un estudio de la Universidad de Zaragoza.

El río Ebro a su paso por el puente de Piedra – Meteo Aragón

La falta de lluvia en la cabecera del Ebro y en la comunidad riojana afectan al caudal del Ebro en Zaragoza. Desde la Confederación Hidrográfica apuntaban entonces que «es la representación de cómo la cuenca se ve afectada por sí misma».

Una vista del río Ebro desde el puente de Piedra – Cedida/@ardilaury

La cabecera del Ebro y los embalses y ríos riojanos muestran por qué el eje del Ebro está así. No ha habido aportaciones porque no ha llovido lo esperado durante el año. Sobre todo en las zonas donde nace el río Ebro.

Surgen grandes islas en el cauce del río Ebro – Meteo Aragón

Ahora, un mes después las imágenes que muestran el Ebro son desoladoras. De hecho, durante el pasado fin de semana varios zaragozanos han podido pisar las islas emergidas del río. E incluso han intentado cruzar de orilla a orilla mediante las islas generadas por el bajo caudal.

Una imagen desoladora del río más caudaloso de España – Cedida/@ardilaury

Un dato a destacar, es que la carencia que sufre el Ebro no afecta de igual manera a las riberas de éste. Las nieves de este año han propiciado que afluentes de la margen izquierda como el Gállego o el Cinca hayan aportado caudal al eje del Ebro.


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Sin embargo, en la margen derecha, la ausencia de nieve -junto un importante déficit de lluvias- ha provocado las aportaciones de los afluentes al Ebro en esas zonas estén en una situación que se califica de «emergencia».

El agua deja de pasar por uno de los arcos centrales del puente de Piedra – Meteo Aragón

El Consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, publicaba hace unas horas en su blog personal que «la aridez o falta permanente de agua en el suelo que también caracteriza a la Depresión Central del Ebro, y que no debe confundirse con la sequía».

Zaragozanos bajaron en el día de ayer a las islas emergidas – Cedida/@ardilaury

Apuntaba Olona también que «oponerse al trasvase del Ebro desde Aragón tiende a tacharse de insolidario desde el resto de España. Se trata de una valoración injusta consecuencia, fundamentalmente, de una política hidrológica que, en demasiadas ocasiones, atiende prioridades o intereses que poco o nada tienen que ver realmente con los problemas del agua y sus soluciones. Los problemas del agua, al menos en la Cuenca del Ebro, no son consecuencia tanto de su escasez física como de las dificultades económicas, sociales y ambientales para acceder a la misma»