El nuevo Justicia de Aragón, Ángel Dolado, prometió ayer su cargo ante el pleno de las Cortes, donde se comprometió a ser una figura «social y no política», con el anhelo de generar «confianza» y tener «reputación, que no notoriedad», así como a mantener su casa abierta a todos los aragoneses.

Así lo aseguró en la sesión plenaria especial que han celebrado las Cortes de Aragón para la promesa del cargo por parte de Dolado, quien después, en un acto celebrado en el Salón del Trono del Palacio de La Aljafería, tomo posesión ante la Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento y varias decenas de invitados.

LOS RETOS

Dolado detalló algunos de sus principales objetivos y retos, que nacen, ha dicho, de la «real preocupación» por los derechos y libertades de los aragoneses.

Entre ellos, potenciar la defensa de la infancia, con la creación de una oficina específica; impulsar acuerdos en Educación, Sanidad y Despoblación; defender el aragonesismo que encarnan José Antonio Bolea y José Antonio Labordeta; garantizar los principios de transparencia e integridad como medios para un buen gobierno, o afrontar la «necesaria reestructuración» del personal de la institución, especialmente en lo que respecta a cargos de elección directa.

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