El trasvase del Ebro vuelve a sacudir la actualidad aragonesa. Y esta vez, lejos de los rifirrafes políticos entre las fuerzas políticas, el debate se ha situado en las filas populares.

El portavoz de Agricultura del PP de Aragón, Ramón Celma, considera que la posibilidad de que se plantee de nuevo o de que se produzca un trasvase del Ebro es «cero, nula, ninguna«. Una aseveración que contradice -y rechaza de plano- las declaraciones de la Ministra de Agricultura del Gobierno de España.

En una entrevista en El Periódico de Aragón, la ministra Isabel García Tejerina manifestó que los trasvases, del Ebro o de cualquier otro río, estarán en los planes del Gobierno «siempre que haya el acuerdo necesario para que vean la luz».


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El diputado Celma reclama evitar que el agua se convierta «de nuevo» en un elemento «de conflicto» y sí lo sea «de cooperación», porque, apunta, hoy día «ni siquiera» es ya una herramienta «para conseguir votos a corto y medio plazo«.

Y afirma que «solo con que una comunidad autónoma estuviese en contra del trasvase, éste quedaría excluido», y Aragón, institucionalmente, se opone claramente, tanto en su Estatuto de Autonomía como en multitud de acuerdos unánimes de las fuerzas políticas.