La maquinaria electoral empieza a calentarse en las salas de estrategia de los partidos al prever la lucha por el voto más intensa de los últimos años. Según las fuentes consultadas, las elecciones de Andalucía han abierto un escenario electoral desconocido. Y demasiado abierto.

Hasta tal punto, reconocen las fuentes, que las campañas de los candidatos y candidatas se harán calle a calle, plaza a plaza, tienda a tienda.

El debate sobre el estado de la Ciudad que acabó el pasado viernes reveló el ánimo de los partidos y de quienes se perfilan como cabezas de lista.


Publicidad


El alcalde, Pedro Santisteve, aspira a ser el número uno de Zaragoza en Común, opción aún por concretarse, y por ello, lanzó en su intervención toda una declaración de intenciones: su proyecto de cambio abarca más que el actual mandato.

Desde el PP, Jorge Azcón, todavía por erigirse formalmente en candidato, jugó el doble papel de ‘azote’ del gobierno municipal de ZEC por su gestión y «alcaldable» por ser el partido con más apoyo popular.

En tanto que en el PSOE, el truco se buscó en la compleja bicefalia entre uno que se va, Carlos Pérez Anadón, y una que llega, Pilar Alegría, quien asistió a todo el debate.

La portavoz de Ciudadanos, Sara Fernández, desplegó sus cartas para comunicar a quien tenga dudas que puede ser una idónea candidata.

Y en CHA, Carmelo Asensio dejó claro que su papel no será menor pase lo que pase: la alianza de izquierdas ha de pararse en sus siglas antes de seguir el viaje.

LA PRECAMPAÑA HA EMPEZADO

El juego electoral ha comenzado seis meses antes de los comicios porque lo que está por venir, y en esto coinciden las fuentes de las direcciones de los cuatro partido mencionados consultados, es un camino de curvas cerradas y cuestas empinadas. Una lucha intensa por un puñado de votos.

Todo ello porque el cálculo, unánime, es el siguiente: la alcaldía se decidirá en franjas de voto muy estrechas.


Publicidad


Los equipos de coordinación electoral han escrutado durante estas semanas todas las encuestas disponibles, tanto externas como internas, para conocer al detalle qué escenario van a transitar.

Uno de los sondeos más analizados, a pesar de las críticas, ha sido el barómetro municipal que el Ayuntamiento presentó hace pocas semanas, ya que su muestra alcanza a más de 2.000 zaragozanos y zaragozanas y ofrece información por juntas municipales.

GRAN INDECISIÓN EN LOS DISTRITOS

Según este informe, en el que el PSOE ganaría las elecciones por delante de ZEC, Cs y PP, la capital de Aragón se considera de centro-izquierda porque genera una media de 4,62 en una escala de posicionamiento ideológico en el que el 1 es la izquierda y el 10 la derecha. Por otro lado, la indecisión ronda el 40 por ciento.

Este porcentaje de «no sabe/no contesta» sólo baja del 30 por ciento en los barrios rurales, mientras que escala a cotas del 55 en Santa Isabel y de casi el 52 en Sur.

Fuera de la incertidumbre, el voto se mueve en niveles muy finos y ajustados.


Publicidad


En Centro, el PP retiene su hegemonía, y aquí ganaría con el 25 por ciento de las papeletas pero es el único distrito en el que vencería. El PSOE, en cambio, sería el más apoyado en ocho «barrios», como mucho con colchones de respaldo del 20 por ciento y casi siempre en una pelea igualadísima con ZEC.

Precisamente, la confluencia de izquierda ganaría en Casco Histórico, Universidad (a pesar de que Ciudadanos es el partido mejor valorado), Almozara, Torrero y El Rabal, en tanto que el partido «naranja» doblega a los demás en Sur y en Miralbueno.

Las fuentes de todas las formaciones temen la irrupción de Vox.

Ciudadanos sería hoy el partido más votado entre los menores de 30 años, sector en el que se desenvuelve mejor que ZeC, PSOE y PP, por este orden. Por aquí asoma un porcentaje a tener en cuenta: un 6 por ciento se decantaría por «otros partidos» (CHA recaba el 1,8).

Parece que el PSOE conserva vigor en la mayoría de los barrios y que retiene el apoyo de hace cuatro años, ya que le favorece el recuerdo de voto según este barómetro.


Publicidad


Lo que es seguro es que los candidatos/as se volcarán en una campaña marcadamente callejera porque por todos los distritos de Zaragoza la indecisión campa con holgura y cada voto, parece, contará más que nunca