ZARAGOZA – Las obras de la facultad de Filosofía de la Universidad de Zaragoza comenzarán el 21 de septiembre, aunque serán perceptibles a mitad de octubre, cuando se coloquen los vallados, y durarán 36 meses.

Durante este tiempo, el alumnado y el profesorado ocuparán preferentemente la antigua facultad de Educación, en la calle San Juan Bosco, y el colegio Cervantes, en la calle Corona de Aragón.

El presidente del Gobierno aragonés, Javier Lambán, y la consejera de Innovación, Investigación y Universidad, Pilar Alegría, han acompañado hoy al rector, José Antonio Mayoral, en una visita a las instalaciones, que ya han sido desalojadas tras una mudanza que ha implicado el traslado de 15.000 cajas.


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El 21 de este mes, según ha explicado el rector, comenzarán las obras con las cuestiones previas, tales como asuntos de seguridad laboral, mientras que los vallados y la protección de árboles se colocarán a mitad de octubre y a principios de diciembre se verán ya algunos edificios demolidos.

«Estamos cumpliendo plazos», ha aseverado Mayoral, quien ha precisado que ya ha sido trasladado «todo el mundo» -más de 3.000 alumnos y más de 400 docentes-, excepto el pabellón de Geografía, que es «un poquito independiente» y que se trasladará cuando ya esté construido el pabellón prefabricado que queda pendiente, a finales de noviembre.

En este espacio prefabricado, que se ubicará en el campus, junto a la zona deportiva y detrás de la antigua facultad de Educación, se ubicará también una nueva sala de estudios, lo que supuso aumentar el volumen del mismo.

EL TRASLADO

Se han trasladado miles de libros, algunos de ellos (los incunables y primeras ediciones) al Edificio Paraninfo, donde se abrirá pronto la biblioteca central de la Universidad de Zaragoza, y otros a la biblioteca María Moliner, que ha liberado parte su espacio para ello.

El rector ha mostrado su satisfacción por cómo se han acondicionado los espacios donde van a trabajar los docentes y donde se dará clase estos tres años.

Antes de la visita, Lambán ha felicitado al rector, al decano, al profesorado y a los estudiantes porque aunque durante 36 meses van a tener que soportar las molestias derivadas de la provisionalidad, dentro de este tiempo podrán disfrutar de unas «magníficas instalaciones».


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El actual edificio, ha reconocido, no reúne «en absoluto» las condiciones de un edificio destinado a usos educativos «modernos». «Literalmente se caía a pedazos y no exagero un ápice«, ha insistido Lambán.

Las obras de la facultad son ejecutadas por la UTE de FCC Construcción, FCC Infraestructuras Energéticas, Copisa y Estructuras Aragón por casi 19 millones de euros, un 17 por ciento por debajo del precio de licitación, que fue de 23 millones de euros.