Las labores de extinción del incendio declarado ayer entre los términos de Perdiguera y Leciñena (Zaragoza), en las proximidades de la sierra de Alcubierre, evolucionan de forma favorable después de que el fuego haya arrasado un perímetro de unas 1000 hectáreas, la mitad de ellas agrícolas.


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En los trabajos de control del fuego participan nueve cuadrillas terrestres, tres helitransportadas, cinco autobombas del Gobierno de Aragón y cinco de la Diputación de Zaragoza, miembros de la Unidad de Emergencias del Ejército (UME), un bulldozer y un helicóptero de coordinación y en las próximas horas está prevista la incorporación de más efectivos, ha informado el Ejecutivo aragonés.

Como causa principal del fuego, originado en torno a las 15 horas de ayer, se baraja la avería y posterior incendio de un buggy -un vehículo tipo quad para circular por arena-, lo que obligó a desalojar unos 30 vehículos del Santuario Virgen de Magallón, en el término municipal de Leciñena, así como al personal de dos granjas cercanas. 


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Para evitar la propagación del fuego, los vecinos de las poblaciones afectadas colaboraron en la roturación con tractores las zonas de cultivo alrededor de los núcleos urbanos de forma preventiva.

Uno de los aspectos que más preocupaba ayer al operativo era la posibilidad de que el foco norte del incendio se extendiera hacia la sierra de Alcubierre, con una gran masa arbolada, y es por lo que se solicitó al Gobierno de España la incorporación de la UME.